NO TE DEJARÉ… NUNCA

 

UN CORAZÓN CONTRITO Y HUMILLADO

“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado. Al corazón contrito y humillado no despreciaras tú, oh, Dios” Salmo 51:7

Durante estos últimos años hemos oído predicar a nuestro Pastor Cesar Castellanos de esta escritura. Creo que este salmo es una joya preciosa, una enseñanza divina para todos los que amamos y obedecemos a la Palabra. Ahí tenemos como ejemplo al rey David, el hombre conforme al corazón de Dios, derramando su alma delante de Él, arrepentido de haberle fallado con su pecado.

Pero el rey David toma la mejor decisión y es pedir misericordia y gracia. ¿Cuál debe ser la actitud de nosotros como hijos de Dios cuando hemos fallado? Si sentimos que hemos fallado o que nos hemos descarriado, ya sabemos a dónde ir. Dios nos brinda una nueva oportunidad, ya que Él es el que tiene el poder para perdonarnos y restaurarnos nuevamente.

Les cuento un poco de mi vida.  Cuando llegué a la iglesia, vivía en pecado, había ofendido tanto al Señor con mis malas acciones que sentía vergüenza por mis errores. Pero un día sin saber nada de lo que es una vida en Cristo, Dios me envió una invitación a través de una persona de la iglesia. Me dispuse inmediatamente para ir a un encuentro, y esa fue una de las experiencias mas maravillosas que he vivido. Llegué a los pies de Jesús con un corazón quebrantado y humillado. Me arrepentí con un arrepentimiento genuino, ahí recibí perdón, Dios limpió mi conciencia y borró mis transgresiones con la sangre de su hijo Jesucristo. Hoy comparto esa fe e invito a todo aquel que haya fallado al Señor:

¡VUELVETE A DIOS!

Pero con esta condición: con el corazón contrito y humillado y Dios no te despreciará.

Por último, los beneficios de Dios son otorgados cuando cumplimos con humillarnos, arrepentirnos, confesar nuestros pecados y volvernos de todo corazón al Señor.

ORACIÓN

Amado Dios, hoy estoy delante de ti, para que tu favor y tu gracia me alcancen. Perdóname por haberte fallado con mis malas acciones, malas palabras, malos pensamientos y deseos incorrectos. Me arrepiento con todo mi corazón y te pido Señor que me laves con tu sangre, que limpies mi conciencia de todo aquello en lo cual haya pecado y hagas de mí la persona que quieres que sea. Amén.

CON AMOR, JOSE Y ONIS 😊

¡¡BENDICIONES!!