NO TE DEJARÉ… NUNCA

LÁMPARA O NEBLINA

¡Falcao es grande! En esta semana todos fuimos sorprendidos con la noticia de que Falcao le metió un gol al Barcelona y le dio una victoria al Rayo Vallecano después de 19 años que no le podía ganar al Barsa. Fue algo muy emotivo pues le llegó el pase, acomodo el balón y lo metió por el rincón del arco donde el portero no pudo hacer nada. Falcao es un hombre brillante porque cuando le entregan el balón sabe exactamente que hacer, no lo suelta, no lo abandona, no se lo pasa a otro, sino que cumple su misión de buscar el gol y hacerlo.

Nosotros como cristianos siempre debemos estar preparados para que cuando se nos dé la oportunidad, demos un testimonio irreprochable de Jesús obrando en nuestras vidas y lo que puede hacer Dios cuando alguien se dispone a ser usado por Él.

Sin embargo, hay muchos cristianos que cuando les llega la oportunidad se tiran el gol o botan el balón porque hay cosas en sus vidas que en lugar de ser luz para los que no conocen al Señor, son tinieblas que les impiden ver el camino porque dan tan mal testimonio, que en lugar de acercar a las personas a Cristo las alejan

¿Qué clase de Cristiano eres tú? ¿una lámpara que alumbra en la oscuridad o una neblina qué oscurece la luz de Jesús? es muy fácil determinarlo, pregúntale a las demás personas cómo te ven, ¿cómo eres tú como padre, qué pueden decir tus hijos? ¿cómo eres tú como amigo, qué dicen tus amigos de ti? ¿cómo eres tú como empleado, qué dicen tus jefes de tu manera de trabajar? ¿cómo eres tú como jefe, qué dicen tus empleados de ti? ¿cómo eres tú como comerciante o prestador de un servicio, qué dicen tus clientes de ti? ¿en tu comportamiento se refleja el amor y la santidad de Dios?

Podemos ser más específicos: como padre, ¿tú amas, proteges, diriges, inspiras, motivas y provees a tus hijos? ¿cómo hijo tú respetas obedeces y honras a tus padres? ¿qué dicen tus amigos, les das buen ejemplo? ¿los que te conocen íntimamente te reconocen como un verdadero cristiano o conocen al hipócrita que hay en ti? ¿cómo eres tú como empleado, trabajas como si lo hicieras para el Señor o en tu trabajo dejas una huella de mediocridad en todo lo que haces, le robas el tiempo a tus empleadores, haces tu trabajo quejándote continuamente y te parece una desgracia tener que estar trabajando dónde estás? ¿cómo eres como jefe, te aprovechas de tus empleados, los explotas, los oprimes, los humillas o eres generoso, inspirador y motivador de tal forma que tus empleados harían cualquier cosa por ti? ¿cómo eres tú como comerciante, tus clientes dirán que eres un hombre íntegro, que cumples todas tus promesas, que das más de lo que se espera de ti, o que en algún momento se ha sentido engañados, defraudados, estafados por la forma en que manejas los negocios? ¿tu vida en general refleja el amor de Dios o te comportas tan mal que prefieres no decir que eres cristiano para no terminar de meter la pata?

Y como líder, ¿eres absolutamente íntegro en toda tu manera de vivir? ¿podrías decir que tus discípulos te siguen porque los inspiras y los motivas profundamente a servirle a Dios o te siguen porque amenazas, regañas y manipulas?... Sí para hacer la obra de Dios necesitas moverte en tu carne, es mejor que te llenes del Espíritu Santo, porque ese es el modelo de liderazgo que nos enseñó Jesús.

Seamos gente confiable, que donde quiera que estemos y en cada área de nuestra vida reflejemos de verdad la luz de Jesús. Y si en alguna área estás lleno de tinieblas, recuerda que eso lo puede usar el enemigo para robarte la bendición y esclavizarte. Es hora de confesar nuestro pecado y apartarnos aun del mal más pequeño para brillar con la luz de Jesús.

 Con amor, Alex y Leo Ardila.