NO TE DEJARÉ… NUNCA

 

IMPOSIBLE SIN FE

Una noche se incendió una casa y el niño fue forzado a subir al techo. Su padre estuvo parado afuera con sus brazos extendidos gritando al niño, "¡brinca hijo y yo te agarro!" Él padre supo que, para salvar su vida, el niño tenía que saltar. Pero la única cosa que él niño podía ver eran las llamas del fuego, humo y oscuridad. Como se puede imaginar, el niño tenía miedo saltar desde el techo. Su padre continúo gritando, "¡Brinca hijo! ¡Yo te agarro!" Pero el niño protestó diciendo, "Pero papá… es que no te veo." El padre respondió, "Pero hijo, la única cosa que importa aquí es que yo sí te puedo ver.

“De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad” Hebreos 11:6

Esta historia se asemeja a lo que en realidad es la vida cristiana, es un camino en el cual constantemente debemos creer aún cuando las circunstancias sean contrarias. En realidad, creer es muy simple y a la vez muy difícil, para un niño confiar en sus padres es muy sencillo, es como si fuera algo natural, pero por otra parte es difícil confiar en alguien que no podemos ver, es por esto que la fe produce una revolución en nuestro pensamiento.

Cuando escudriñamos las escrituras, nos encontramos con hombres y mujeres que no eran perfectos, que caminaron aferrándose a las promesas, sintiendo en algunos casos que no eran dignos de ser llamados por Dios, ya que en algún momento de sus vidas sintieron miedo de lanzarse a los brazos del Padre.

La palabra de Dios nos enseña que todos tenemos una medida de fe, así que debemos utilizarla, arriesgarnos a creer aun cuando nuestros sentimientos sean contrarios. Si buscamos a Dios debemos confiar en que Él nos escucha, tal vez no veamos todo el panorama o no veamos cómo actúa Dios, pero lo que verdaderamente importa es que Dios si nos ve, nos escucha y siempre tiene lo mejor para sus hijos.

Te invitamos a que en este nuevo tiempo te determines a caminar por fe, creyendo con todo tu corazón a sus promesas, no importa si lo único que ves es fuego… confía en que si te lanzas caerás en sus brazos y este es el lugar más seguro que existe.

 

Con amor, Jorge y Marcela Bejarano