QUIERO TIRAR LA TOALLA, ¿QUÉ HAGO?

 

DIOS ENVIARÁ SU ANGEL DELANTE DE TI

“Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo” Génesis 24:7-8

 

Este pasaje nos habla de cuando Abraham quería conseguirle esposa a Isaac, pues su hijo era su mayor tesoro y anhelaba que él tuviera una esposa, pero no cualquier esposa sino la que Dios escogiera. Abraham tenía esa firme confianza en Dios que así sería, y como ya estaba viejo, era natural que quisiera ver a su hijo casado, pero en El Señor.

En Génesis 2:18 dice: “Dijo Jehová Dios: no es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” 

La idea de darnos la bendición sentimental viene del Señor y Él mismo dice que no es bueno que estemos solos. El área sentimental es muy importante en nuestras vidas y el anhelo del Padre es que podamos encontrar esa persona correcta que Él nos preparó y generalmente tenemos mucha expectativa de lo que el Señor hará en dicha área.

Cuando yo tuve mi encuentro con el Señor, me enseñaron a hacer una lista con las características que quería que tuviera esa persona, así que yo fui muy juiciosa y la hice. Oraba todos los días por eso, pero pasaron10 años después de haber conocido a Jesús y no obtenía esa respuesta. Entonces vino el tiempo de construir el auditorio G12 y el Señor me dio una palabra que decía^: “Y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia” Deuteronomio 14:26. Yo di mi dinero por todo lo que deseaba, pacté por mi ministerio, por mis sentimientos, por mi familia y un ascenso en la empresa.

 

En ese tiempo mi necesidad más apremiante era mi área sentimental, me sentía muy triste de no tener esa respuesta de parte de Dios y oraba y lloraba diciendo “Señor, quiero esa tierra prometida que tienes para mí”.  La verdad, yo di mi pacto financiero y me olvidé.

Para finalizar el año 2006, el Pastor Orlando Castañeda predicó sobre Naamán a quien el Profeta Eliseo ordenó sumergirse 7 veces en el rio Jordán, y que como iniciaba el año 2007, la séptima vez era la vencida, era el momento de mi bendición. Yo tomé esa palabra para mí y la creí, entré en mi lugar secreto, ore con todo mi corazón, clame como nunca al Dios y le dije: “Señor, tú me conoces mejor que nadie, eres mi Padre y sabes lo que necesito” Recuerdo que estaba escuchando la canción de Jesús Adrián Romero que habla que es por tu gracia y yo sentí que el Señor estaba ahí como nunca antes. Entonces puse una señal: que, si alguna persona me llamaba de la iglesia para decirme que quería ser mi amigo, yo entendería que Dios lo había mandado” Yo no me quería equivocar, así que, en ese momento, de todo corazón, deposité mi confianza en Dios. No pasaron ni 3 días cuando vino esa respuesta y esa llamada, por su puesto, del que hoy en día es mi esposo. Yo estaba muy sorprendida y el Señor me dijo: “eso quiero que hagas siempre, que rindas la totalidad de tu vida a mí y yo te guiaré en todo, aun en lo más mínimo” 

Quiero dirigir este devocional a todas las personas que esperan con anhelo esa bendición sentimental. En éxodo 23:20. dice: “He aquí yo envío mi ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado” Los ángeles de Dios son espíritus ministradores enviados no solo para protección sino para guiarnos en el camino a los herederos de la promesa.

Tal vez has tenido incertidumbre, has estado triste, no ha sido este tu tiempo, ni esta área fácil para ti, quizás has llorado mucho, pensando que el Señor se olvidó de ti porque no viene la respuesta. Pues yo también me sentía así muchas veces y mi autoestima estaba por el piso, el diablo me decía “si muchas de las 12 no se han casado usted ni sueñe” Era una lucha muy terrible en mis pensamientos y en mi corazón, pero doy gracias a Dios que siempre me guiaba a la oración y allí entregaba toda ansiedad y Él me fortalecía y me ayudaba a esperar y a guardarme.

Déjate guiar totalmente por Dios, quita toda incredulidad, todo complejo, deposita toda tu confianza en El Señor y Él aparejará ese encuentro divino con esa persona y enviará su ángel delante de ti para que te guie.

 Determínate y dile a Dios: “necesito mi bendición sentimental, muero a cualquier molde o esquema, para que Tú, Señor, coloques tu voluntad buena, agradable y perfecta” Se sensible a la voz de Dios, pues esa persona está más cerca de lo que tú piensas, mantén una buena relación con tu Padre Celestial, no te dejes desviar, no mires para otros lados, entrégale el control de toda tu vida a Dios. Renuncia al rechazo, entrégale al Señor toda herida o mala experiencia y permite que Él sane por completo tu corazón.

Sueña, vive siempre como si ya tuvieras esa persona, bien arreglado, no te desmotives porque llevas tiempo esperando, El señor te ama y sabe tu necesidad, lo que tú necesitas Él ya lo tiene, solo prepárate con gozo a recibir esa bendición y nunca dudes de sus promesas. La idea de que el hombre nunca estuviera solo fue de Dios, así que Él mismo traerá la persona correcta.

Dios conoce tu corazón, el enviará su ángel delante de ti para ayudarte a conquistar tu milagro, se sensible a su voz y obedece en todo. Se fiel a Dios sin importar que la respuesta se demore. Obedece al Señor y si a veces quieres hacer tu propia voluntad, muera a diario.

Espera con paciencia y persevera, aunque te critiquen, aférrate a sus promesas y no las sueltes porque Dios no miente. Mientras esperas sirve, ocúpate de su obra, no lo hagas por interés, verás la recompensa, recibirás mucho más de lo que esperas, pues el amor no se mendiga, se merece.

Señor, te doy gracias por cada persona que está leyendo este devocional, te pido que provoques esos encuentros divinos, crea esas citas divinas con las personas que tú escogiste para cada uno de ellos. Gracias Señor porque tú lo harás. Amén.

 

Con cariño Samuel y Magdalena.