VENGA TU REINO

El criminal le dijo a Jesús: “Acuérdate de mí cuando vengas a tu reino” entonces Jesús le contestó “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”. Lucas 23:42-43. Yo pensaba qué cuando nosotros quisiéramos conocer del reino tendría que ser al borde de la muerte como el ladrón que estaba crucificado al lado de Jesús. Después de muchos años llegué a conocer de Jesús y empecé a entender qué el Reino de Dios no se encuentra solo muriendo sino qué podemos traer este reino a nuestras vidas ahora mismo.

Mi vida era un caos. Yo soy casado, tengo dos hijas y nietos. Aparte de mi hogar me enredé con otra señora, tuvimos un hijo que también ahorita tiene hijos y mis hijas también tienen sus hijos. Me comencé a ajuiciar después de que nacieron los hijos de mis hijas porque, por mucho tiempo viví metido en cantinas y le daba muy poco tiempo a mi familia. Cuando conocí a Jesús y empecé a buscar en su Palabra, me encontré qué el reino de Dios es como un tesoro escondido, como una joya preciosa. Cada día necesito más y más de leer la palabra y conocer más de Jesús.

¿Qué es el reino? la Biblia dice que el reino es reconocer que Jesús fue sacrificado por nosotros y que merece recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.  Llevo buscando de Dios desde el 2004, cada día me sorprende más porque a pesar de haber sido como fui, Él tiene mucha misericordia conmigo y con mi familia. En estos tiempos de pandemia, estuve mucho tiempo sin poder trabajar porque en el arte que tengo es difícil salir adelante hoy día, pues hubo una invasión de productos chinos y todo se vino abajo.  Por ejemplo, donde yo laboro habíamos 15 personas y hoy en día sí habemos cuatro o cinco es mucho contar.  Pero Dios nunca nos deja solos, nunca nos abandona, ha usado a muchas personas maravillosas que me han ayudado y nunca me ha fallado. Por ejemplo, si alguien no me ha ayudado en esos días, me  llaman de algún lado y me dicen “Ven y me haces unos zapatos” Así el Señor ha estado proveyendo para la casa y para mis obligaciones con la iglesia.

El pedir que venga el Reino de Dios a nuestras vidas es someternos a su voluntad qué es buena, qué es agradable y perfecta. Yo le he preguntado a mi familia, a mis hijas cómo era yo antes y cómo soy ahora y me han dicho qué hay un antes y un después porque el cambio ha sido para bien. Quiero recomendarles a los que lean este blog, cómo dice la misma palabra, que busquen primeramente el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás nos será añadido.

Tengo una pequeña oración y quisiera que me acompañarán: Padre, en el nombre de Jesús descansamos en el conocimiento del perfecto amor y cuidado de Dios. Independientemente de nuestras circunstancias nos sujetamos a tu voluntad y confiaremos en tu amor permanentemente y hasta que los sufrimientos presentes den lugar a la gloria de tu Reino, para que nos sea revelado, porque reconocemos que somos tus hijos y somos herederos de tu Reino. Gracias señor en el nombre de Jesús Amén y Amén.

Con amor, Angel Gustavo Córdoba.


 

 

Comentarios

  1. Amén gracias Gustavo por compartir tu testimonio de fe, somos testigos de que El siempre es fiel y su reino gobierna con autoridad en la creación.

    ResponderBorrar
  2. Amen Dios te bendiga gus gracias por mostrarnos lo que el poder de nuestro señor hace ymucho mas lo que ara tesorprendera y ara se ti un publo grande te quiero
    Angelica

    ResponderBorrar
  3. Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino y haz tu voluntad en nosotros para disfrutar de todo lo que tú nos tienes preparado.
    Gracias Gustavo.

    ResponderBorrar
  4. Gustavito. Tu testimonio en gran parte ayudó para que tu familia conociera de Jesús y de como puede transformar una vida. Tu descendencia será grande y fuerte en esta tierra. Un abrazo mi Gus.

    ResponderBorrar
  5. Una vida en Cristo implica renunciar a nuestro reino personal, y buscar un reino eterno donde confiamos en Su voluntad

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

QUIERO TIRAR LA TOALLA, ¿QUÉ HAGO?

NO TE DEJARÉ… NUNCA