- abril 18, 2022

LA DESICIÓN DE LA MAYORÍA

La Bomba Atómica tiene un poder de destrucción terrible, la humanidad ya lo comprobó en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, porque en un solo segundo destruyó los planes, las vidas, el capital y las esperanzas de millones de personas. La sangre de Jesús es comparable pero en sentido contrario, porque cuando una persona acepta el sacrificio de Jesús en la cruz del calvario, hay una explosión de vida en su interior qué produce una alegría que no es comparable con ninguna otra cosa del mundo, los sueños reviven, vuelve la esperanza, hay consuelo, Paz, alegría, se va la angustia y el temor. El ser humano se levanta de una muerte espiritual a una vida de amistad con Dios, el sacrificio de Jesús en la cruz tiene el poder de dar vida a todos los seres humanos en todo el mundo, sin importar cultura, ubicación geográfica, edad, condición política, ni nada.
Entonces la pregunta qué surge de manera natural es: "Si es tan poderosa la obra de Jesucristo en la cruz del calvario, ¿por qué el mundo está cómo está?" Y La respuesta es muy sencilla: porque Dios no forza su amor ni su salvación a ningún ser humano, sino que, a cada persona en la faz de la tierra, le ha dado la oportunidad de escoger si quiere o no quiere a Jesús, como los judíos de su tiempo tuvieron que escoger entre Jesús y Barrabás y la mayoría escogió a Barrabás. Esa es la triste realidad de este mundo, por eso nuestro deber como cristianos es hacer que la Palabra de Dios corra por todos los medios posibles: de voz a voz, digitales, en nuestras cartas, nuestras conversaciones, que por todos los medios la Palabra de Dios llegue hasta los oídos de la gente y tengan la oportunidad de escoger. Y ahí también es importante nuestra intercesión para que Dios toque los corazones y el Espíritu Santo traiga la convicción de pecado y el arrepentimiento a cada vida.
Y finalmente, cada hombre es confrontado con esta decisión: Aceptar a Jesús y encontrar el camino, conocer la verdad y disfrutar de la Vida Eterna o rechazar a Jesús, vivir sin Dios y finalmente enfrentarse a una eternidad alejado del Señor en oscuridad y condenación. Dios dice que coloca delante de nosotros el bien y el mal, la vida y la muerte para que cada uno escoja. ¿Qué escogerías el día de hoy?
Si decides escoger la vida, haz esta oración: Padre Santo, reconozco que soy un hombre pecador y que toda mi vida he pecado con mis palabras, mis pensamientos, mis acciones y las intenciones de mi corazón. Pero hoy te pido perdón y acepto el sacrificio de Jesucristo en la cruz del calvario a mi favor. Recibo a Jesús como mi Señor y Salvador y te pido que la sangre de Jesucristo limpie mi cuerpo, mi alma y mi espíritu y que me pases de muerte a vida, que me aceptes como tu hijo, que escribas mi nombre en el Libro de la Vida y no lo borres jamás. Que me des la fortaleza y la gracia para vivir el resto de mi existencia tomado de tu mano y obedeciendote. En el nombre de Jesús, gracias amado Padre, amén.

Con amor, Alex y Leo Ardila.