NO TE DEJARÉ… NUNCA

 

¿QUIÉN NOS DEFIENDE?

 

“Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies” Salmo 110:1

 

David nos deja ver que a pesar de que era el Rey y tenía su guardia personal de guerreros fuertes, valientes y preparados, en ocasiones se sentía frágil, débil y vulnerable al enemigo.

 

David era un experto guerrero, pero aun así no dejaba de pedirle a Dios que le defendiera, pues como nosotros, también tenía momentos de temor e inseguridad que le atormentaban y debía acudir constantemente al Señor para sentirse seguro cada vez que debía enfrentarse a sus enemigos en la guerra, o a sus situaciones difíciles y luchas personales.

 

En este salmo Dios afirma que defendería a David y que estaría con él hasta poner a sus enemigos debajo de sus pies, o sea hasta vencerlos.

 

Todos nosotros en ocasiones hemos tenido que enfrentar diversas situaciones adversas en el trabajo, en las relaciones con amigos, con la familia, o aun con la justicia y nos hemos sentido solos, desprotegidos, e inseguros, pero Dios, igual que al rey David nos dice: “Ten fe”, nos está recordando a través de su palabra que él es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio (Salmo 46:1).

 

Aun si estás esperando un juicio o veredicto en contra o a favor en cualquier instancia… tranquilo, él nos defenderá inclinando el corazón y toda decisión de cualquier autoridad a nuestro favor, de tal forma que podamos estar seguros y confiados que El Señor es nuestro ayudador y defensor, por lo tanto no temeremos lo que pueda hacer el hombre. Aun cuando estemos delante de nuestro Padre, la Biblia dice “Abogado tenemos que nos defienda de nuestros pecados: Jesucristo”.

 

Tengamos la plena confianza que, si somos fieles a Jesús y a su Palabra, nos va a defender ante cualquier situación, como dice Romanos 8:31 “Si él es por nosotros, quién contra nosotros”.

 

Como le dijo Dios al pueblo de Israel cuando fueron a cruzar el mar rojo: “Jehová peleará por vosotros y vosotros estaréis tranquilos” Así que, querido lector, no pierdas la fe, no te preocupes cualquiera que sea la situación que estés enfrentando…. ¡Dios te defenderá!

 

Con Cariño, Orlando Bermúdez.