NO TE DEJARÉ… NUNCA

 

NO HAY OTRO LUGAR

Hoy quiero iniciar contándote que no hay mejor lugar en el que uno se pueda refugiar que en la presencia de Dios. Sé que te estarás preguntado, ¿Cómo puedo hacerlo? y es muy sencillo, lo primero que debes hacer es buscar todos los días un tiempo de intimidad con Dios, puede ser en tu cuarto o un lugar en el que puedas estar a solas y preferiblemente en las horas de la madrugada, es allí donde puedes expresarle a Dios cuánto lo anhelas y lo necesitas, decirle que quieres que se convierta en tu todo. Pero sabemos que una comunicación es de doble vía y nuestro Padre también nos quiere hablar, es por ello que en esta intimidad debemos leer una porción de la Palabra e incluso en ocasiones guardar silencio, así que podremos escucharlo.

Todo lo anterior es como cuando tú quieres estar con una persona que te gusta, en todo tiempo deseas estar con ella, salir y compartir tanto como sea posible. Lo mismo nos pasa con Dios, se inicia poco a poco hasta que terminas enamorándote cada día más de Él.

Por otro lado, quiero contar algo que, como familia, nos pasó hace poco: Un fin de semana nos fuimos de paseo, estando en el lugar de hospedaje ya para retornar a la ciudad de Bogotá, decidimos ir a la piscina, mi esposo me dijo que algunos mosquitos lo habían picado (todo estaba normal en ese momento), Cuando de repente el comenzó a brotarse, se puso rojo y le faltó la respiración. En ese momento mi reacción fue llamar a la enfermera, ella nos manifestó que debía ser trasladado inmediatamente al hospital por la gravedad de los síntomas que presentaba. En ese momento lo único que podía hacer era orar y clamar por mi esposo, me refugié y deposité mi confianza en Dios, como dice en Salmos 62:8 “Oh pueblo mío, confía en Dios en todo momento; dile lo que hay en tu corazón porque él es nuestro refugio”

En ese momento tan angustiante, solo me refugié en el amor de Dios, apliqué los derramamientos de la sangre de Jesús sobre la vida de mi esposo, declaré lo que dice Salmos 91:11 “Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos los caminos”. Mi esposo salió bien del hospital, creo que Dios puso ángeles en su camino para que le dieran la oportuna atención, había camillas desocupadas y los medicamentos que necesitaba.

Por todo lo anterior, hoy puedo decirte que vale la pena refugiarte en el Señor y estar en contacto con Él. Aprovecha la oportunidad de enamorarte de Dios para que cuando venga el día malo estés tan confiado y seguro de que El Señor va a tomar el control de todo.

ORACIÓN: Papito Dios, hoy quiero refugiarme en tus brazos, entiendo y comprendo que no hay otro lugar donde pueda estar seguro y confiado. Quiero enamorarme de ti y es por ello que todos los días, a partir de hoy, buscaré tu presencia poco a poco hasta estar perdidamente enamorado de ti.

Con amor, Luz Dary Rodríguez.