NO TE DEJARÉ… NUNCA

 

                TU PUEDES SER PARTE DEL EQUIPO QUE CAMBIARA EL MUNDO

“Subió Jesús a una montaña y llamó a los que quiso, los cuales se reunieron con él. Designó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar y ejercer autoridad para expulsar demonios. Estos son los doce que él nombró: Simón (a quien llamó Pedro); Jacobo y su hermano Juan, hijos de Zebedeo (a quienes llamó Boanerges, que significa: Hijos del trueno); Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo, hijo de Alfeo; Tadeo, Simón el Zelote y Judas Iscariote, el que lo traicionó” Marcos 3:13-19

El equipo de 12 del Señor Jesús fue el mejor: Juan escribió el Apocalipsis, Pedro predicó después de recibir al Espíritu Santo y unas 3000 personas se convirtieron, se bautizaron ese día y siguieron fieles en la iglesia. Andrés llevó el Evangelio a Grecia, Santiago a Egipto y Palestina. Transformaron el mundo con el poder de las Buenas Nuevas.

Pero si miramos quienes eran antes de la muerte del Señor Jesús y de la visitación del Espíritu Santo, podemos ver que Juan era arrogante, dominante, decía cosas de las que debía arrepentirse, él y Jacobo eran llamados hijos del trueno, pero durante su proceso de formación, Juan se convirtió en el mejor amigo de Jesús a tal grado que se recostaba en su pecho.

Andrés era un hombre de los que podría pasar desapercibido, pero en realidad solía estar donde debía estar y fue así como trajo a Pedro.

Felipe era racional, miraba los problemas antes que las soluciones. Mateo era cobrador de impuestos, traidor, amaba el dinero y era ambicioso. Tomás el incrédulo: “Si no viere en sus manos la señal de los clavos no creeré”. Pedro era impetuoso, imprudente.

Entonces concluimos que Jesús no llamó a los mejores, sino a aquellos que estuvieron dispuestos a seguirle y a creer en el sueño de redimir la humanidad y que formó un equipo porque sabía que el cristianismo no es vivir en soledad.

Y al igual que en aquel tiempo en el que Jesús se paseó por las calles de Jerusalén buscando esos 12 hombres, hoy el Espíritu Santo se pasea buscando equipos de 12 que estén dispuestos a establecer su reino y cambiar el mundo con la predicación del Evangelio y tú puedes ser parte de uno de esos equipos.

No importa si tu carácter es como el de Andrés y has pasado desapercibido. El Señor te puede usar para traer un Pedro a su presencia. Quizá eres como Pedro, impetuoso e imprudente, o como Tomás, incrédulo. Definitivamente lo que Jesús mira no es nuestra condición, sino el sueño que Él tiene para nosotros. Cuando mi esposo llegó a la iglesia no sentía que tenía las condiciones para asumir su llamado, pero Dios lo preparó y lo llevó a un momento de confrontación por parte de su líder quien le preguntó: ¿Usted sí le va a servir al Señor?  Y cuando se decidió y asumió su responsabilidad El Señor lo sorprendió usándolo con autoridad.

Decídete a ser parte del equipo que cambiará el mundo porque Dios cree en ti.

Oremos juntos: Señor Jesús te pido que me ayudes a decidir ser parte del equipo que cambiará el mundo, Dame el carácter y la gracia para cumplir ese propósito y ayúdame a formar mi equipo de 12. Que tu Santo Espíritu nos toque y nos transforme.