QUIERO TIRAR LA TOALLA, ¿QUÉ HAGO?

 

EL MIEDO SE HUELE

"En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor conlleva castigo, y el que teme, no se ha perfeccionado en el amor" 1ª de Juan 4:18

Meses atrás conocimos a una persona que estaba presentando unos episodios muy extraños en su manera de actuar y en su manera de expresarse diariamente, tanto ella como su hija habían notado el cambio. Al hacerse mas fuerte, ella decidió buscar a mi esposo y juntos decidimos visitarla. Antes de ir, oramos y nos cubrimos con la sangre de Jesús ya que presentía qué era lo que le podía estar pasando.

Cuando llegamos al lugar, sentí mucho escalofrío y pude darme cuenta que había un espíritu de muerte y que, posiblemente le estaban haciendo brujería. Al nunca haberme enfrentado a esto, tuve temor porque ella era muy agresiva, especialmente con mi presencia y me miraba con odio, pero sabía que debíamos ayudarla porque a ello fuimos llamados; a ser luz.

No solamente para ella, sino que para toda su familia, así que, con el poder del Espíritu Santo, vencí el temor y al recibir la palabra de efesios 6:11-17 que dice que nuestra lucha no es contra sangre, ni contra carne, sino contra principados, potestades, gobernadores de las tinieblas y huestes de maldad en las regiones celestes; entendí que no era ella y que solo con las armas espirituales podía enfrentar a ese espíritu que la atormentaba. 

A esta lucha le sumamos ayuno, oración e intercesión con el acompañamiento de nuestros lideres y amigos de fe, que nos apoyaron durante ese tiempo en el que ella era constantemente atacada por ese espíritu, pero nosotros perseveramos y creímos que DIOS la podía hacer libre y cuando ella fue consiente de que necesitaba tener un encuentro personal con Jesús, la invitamos a un tiempo de 3 días, en donde con la oración que también realizo nuestra Pastora Rossemarie, ella pudo ser verdaderamente libre.

A través de esta situación nuestra fe se acrecentó y esta persona, junto con su familia pudieron evidenciar no solo el amor sino que también, el poder de Dios.

Hoy les invitamos a usar las armas espirituales que Dios ha dispuesto para enfrentar a ese enemigo que está como un león rugiente, viendo a quien devorar, y que, así como dice Juan 10:10 vino a robar, matar y destruir familias, sueños, personas, naciones y todo el propósito del señor, pero no podemos olvidar que él ya fue vencido en la cruz y no es más poderoso que nuestro Dios.

Con amor,

Alberto y Andrea Castellanos.