NO TE DEJARÉ… NUNCA

 

UNA MUJER EJEMPLAR

Engañosa es la gracia y vana la hermosura, la mujer que teme a Jehová esa será alabada. Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos.

PROVERBIOS 31:30-31

Proverbios 31 nos enseña los desafíos de una mujer ejemplar y definitivamente Dios puso un pendón muy alto a cumplir en nosotras las mujeres. Sin embargo no es una condenación sino una celebración al papel que desempeñamos como mujeres. Y mucho más en tiempos como estos donde nos enfrentamos a tantos roles: madres, hermanas, amigas, esposas, hijas, abuelas y siervas del Señor.

También es cierto que muchas veces cuando leemos estos versos nos podemos sentir insuficientes para desempeñar nuestros deberes. Pero nuestra insuficiencia nos debe llevar a depender de la suficiencia de Dios.

Una mujer virtuosa es aquella que cuida de toda la casa, está atenta a la marcha de su hogar. Asigna tareas, administra, crece, trabaja, confecciona, vende, asegura el porvenir y trae honra a su esposo. Además es amorosa, amable, sabia en lo que dice y en cómo lo dice.

Esta es una mujer que no solo es ejemplo sino que inspira a otras con lo que hace. Cuando entendemos que nuestro hogar es un reino que Dios nos ha entregado para administrar y cuidar, para que haya espacio y crecimiento en todos los miembros de la casa, nos podemos volver de todo nuestro corazón a aquel que es nuestra fuente inagotable .

Pero también es necesario tener una plena conciencia de que El Señor no nos llamaría a hacer algo que Él y nosotras no pudiéramos hacer juntos.

Ayer tuve intercesión en la mañana muy temprano, atendí las labores propias de mi casa, trabaje 6 horas, hice compras con mi hijo, dicté grupo de oración, tuve un tiempo de compartir con mi nieto y al finalizar el día escribo, o preparo clase. Y cuando termina el día me pregunto ¿Cómo hice para atender tantas cosas? Dios nos da la fortaleza y la fuerza para hacerlo, pero esa fuerza nace del temor a Dios: temor a fallarle, a no ser como Él, a no cumplir con lo que espera de nosotras; por eso, La mujer que teme a Jehová esa será alabada.

Y si tú te sientes que te abruma la responsabilidad, que no das la talla, te invito a que te refugies en los brazos de tu amoroso Dios para que Él te traiga dirección y fuerza para seguir adelante.

Que el Señor nos conceda la gracia para ser mujeres ejemplares.

Con amor, Estela Novoa.