UNA FE FLORECIDA

 

—Ustedes no tienen la fe suficiente —les dijo Jesús—. Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta allá”, y la montaña se movería. Nada sería imposible.” Mateo 17:20 NTV

 

Una de las mayores pruebas de un cristiano es su fe.  De la fe nace todo o se destruye todo. La fe es como el mal aliento; por más de que trates de disfrazar tu falta de fe, los demás lo notan, con tus comentarios negativos, cuando te enfocas solo en las circunstancias, cuando te pobreteas y aun en tu manera de actuar. 

Entonces ¿Por qué es tan difícil creer?

La fe es como una planta que debe ser regada y cuidada a diario sino se seca, si tomas una planta y la dejas un mes en la oscuridad sin regarla morirá y así es tu fe, tu relación con Dios la alimenta y el cómo ves las pruebas la hace crecer o la estanca, por lo que debes percatarte más en sí estas o no cuidando a tu plantita de la fe.

Debo confesar que mi fe cae muy profunda si la dejo de cuidar y algo que siempre me recalcó mi papá es que debo observar mi manera de responder frente a las pruebas, pero no compadeciéndome sino con una mirada auto critica y cuando empezaba a decir comentarios negativos o a quejarme de más, me miraba con sus ojos críticos y me hacía caer en cuenta de que estaba perdiendo mi fe, pero cuando me esforzaba por mirar los lados buenos de la prueba y su ¿para qué? Ejercitas tu fe.

Uno de los testimonios de fe que más me gustan de la biblia es de un hombre que supo esperar su promesa y ese hombre fue el rey David, en 1 samuel 16 nos muestra como David fue ungido a los 15 años como rey de Israel, siendo el mas pequeño de la familia y al que nadie prestaba atención, pero Dios si lo vio y lo escogió. 

David fue elegido por Dios, tenía la promesa, tenía la confirmación. Pero no era el tiempo, David no gobernó hasta después de 15 años de prueba, ¡imagínate 15 años esperando sin respuesta alguna y nosotros nos quejamos por no tener respuesta después de un solo día de ayuno!. Para David no fue fácil el tiempo de espera, me imagino a sus hermanos burlándose de su supuesta promesa y a su papá diciéndole que Dios se había equivocado y que en realidad él no era el escogido. pero nada, ni la espera, ni las circunstancias, ni otras personas hicieron apagar la fe de David porque él la alimentaba a diario y estaba tan bien ejercitada que solo veía el “para qué” de aquella prueba y fue así como a sus 30 años y cuando por fin estaba listo para recibir su promesa, Dios se la entrego.

Querido lector hoy te invito a reflexionar; ¿Cómo esta tu fe en estos momentos?, ¿esta como la del rey David? ¿Fortalecida para esperar 15 años, alimentada y cuidada o has dejado que decrezca y este a punto de morir porque las circunstancias se ven más grandes?

Recuerda que el que esta peleando tus batallas no eres tú, no es a tus fuerzas, tu solo debes esforzarte en poner tu mirada en los ojos de Jesús a diario y Él se encargara del resto, confía en Él porque nada le queda grande, ni una enfermedad, ni una deuda, ni una familia a sus pies, pero debes creer que Él lo hará, no dejes que tu fe se marchite.

-          Con amor Natalia Rey Rizzo  




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