NO TE DEJARÉ… NUNCA

 

“Pero que siempre se alegren todos los que buscan tu protección, que canten gozosos porque tú los protegerás. ¡Que festejen los que te aman!”

Salmos 5:11 PDT

Durante mucho tiempo pensé que lo único que podía hacer feliz a una persona era el obtener logros o si alcanzaba esa meta que se había propuesto Después le perdí el sentido grato a este tipo de cosas y comencé a vivir una vida en medio de la adversidad que me llevó sin rumbo.  En ese entonces el enemigo quiso poner en mí el pensamiento de "Ese tipo de cosas no valen la pena" o “La verdadera felicidad no existe, es algo del momento y ya” Y puso temor en mi corazón al punto de vivir con un tipo de tristeza injustificada que me gobernó durante bastante tiempo.

¿Cuántas veces te has sentido sin motivos para ser feliz?, ¿Cuánto tiempo llevas siendo gobernado por la tristeza sin sentir esperanza de que algún día vas a salir de ahí?

Después de mucho tiempo le pedí a Dios que me sacara de ese pozo de tristeza en el que me encontraba, me refugié en él con la esperanza de sentirme feliz con la vida; comencé a ver la obra del Señor en mí, y situaciones que en otro momento me habían frustrado o entristecido las tomaba con otra actitud.

En una oportunidad que tengo muy presente, mi papá me fue a recoger de una entrevista de trabajo y en  un retén, el policía decidió llevarse el carro a los patios sin más, la situación no ameritaba más que preguntar el porqué, sin embargo, a pesar de la situación y el día tan desgastante después de mil y un diligencias que debíamos hacer, en mi queda el recuerdo de mi papá y yo riéndonos porque había comenzado a llover y no teníamos sombrilla y el yo decirle a Dios “Gracias” porque me sentía FELIZ de ver como él con tanto amor y sin yo darme cuenta, había cambiado esa tristeza en gritos de alegría y risas, y que a pesar de la circunstancia tan poco agradable, estaba creando momentos felices.

Amigo@ te invito a refugiarte en Dios, a buscarlo solo a Él para que transforme todo en alegría, que a pesar de la adversidad que tengas, estés firme en la esperanza de que vas a ser feliz al final del proceso.

Oración: Amado Padre, hoy te queremos dar gracias por cada cosa, persona o circunstancia que permites que llegue a nuestra vida, para enseñarnos que, a pesar de lo bueno o malo, en ti tenemos el refugio y la esperanza de ser cada día más felices. Tú eres ese rayito de alegría que nos hace sentir plenos y aliviados, tú cargas con todo eso que nos agobia y lo transformas en alegría. Estamos agradecidos, te honramos y glorificamos, eres eternamente perfecto y te amamos en el nombre tu hijo Jesús, amén y amén.

Con amor, Valentina Guarín.