NO TE DEJARÉ… NUNCA

 

PENSAMIENTOS QUE DIVAGAN

 “Y ahora, queridos hijos, permanezcan en comunión con Cristo para que, cuando él regrese, estén llenos de valor y no se alejen de él avergonzados”

1 DE JUAN 2:28

 El Lado Negativo de la mente

Cuentan que hace mucho tiempo, en un lejano templo donde se preparaban las jóvenes mentes más brillantes, un grupo de discípulos le preguntó a su maestro:

– "Maestro, ¿de dónde viene el lado negativo de nuestra mente?"

El maestro, en silencio y sin mediar palabra, se retiró un momento y enseguida regresó con un gran pergamino enrollado. Le quitó el sello que lo mantenía fijado y poco a poco fue abriéndolo hasta que se pudo ver un gran lienzo en blanco. En medio del lienzo había un pequeño punto negro.

– "¿Qué veis en este lienzo?", preguntó el maestro a sus discípulos.

Todos los discípulos respondieron: "Un pequeño punto negro, maestro".

El maestro dijo: "Ese es el origen de la mente negativa. Ninguno de vosotros ha visto el enorme espacio en blanco que lo rodea. A menudo nos centramos en pequeñeces y somos incapaces de ver la enorme extensión de nuestra consciencia" (Rivas, V).

 Hemos sido dotados de una gran capacidad mental, casi ilimitada, capaz de almacenar más de 1.000 billones de conexiones, nuestros pensamientos podrían estar volando con la rapidez de la mitad del tiempo que toma un pestañeo; es decir muchas veces ni los vemos venir. Cuántas veces un solo pensamiento nos ha dejado tan exhaustos, que podríamos pasar noches enteras divagando acerca de lo mismo una y otra vez, dependiendo de cuán estresante nos resulte una situación, de la cuál estemos buscando soluciones y no sepamos qué decisión tomar. Hay un sinfín de pensamientos que nos pueden desestabilizar y bloquear por el hoy llamado “Síndrome de pensamiento Acelerado” este se caracteriza por ansiedad, insatisfacción, pérdida de memoria y concentración, inquietud y cansancio físico exagerado.

Muchas veces nos despertamos cansados, pues consumimos mucha energía pensando, y sin darnos cuenta tenemos un enemigo que nos ha hecho esclavos de pensamientos que nos martirizan, somos como el lienzo de la historia, pero nos quedamos sólo con el “punto negro” la voz de lo negativo, de la culpa, del afán y la preocupación.

¿Cómo someter esos pensamientos?

1.  Decide no ser esclavo de los problemas:

El Señor Jesús dijo:

“Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy.”

(Marcos 6:34-NTV).

Nuestro gran Maestro sabía cuándo y cómo iba a morir, ¿Cómo era posible aguardar con paciencia sin desespero aquel día? Se negó a sufrir por anticipado, era consciente del mañana, más no dejó que el futuro lo paralizara, su mente estaba de continuo saturada del poder de la Palabra.

2.  Humildad y Mansedumbre

“Tomen Mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas”.

Mateo 11:29 NBLA

Jesucristo nos enseña dos grandes principios, no vivir de apariencias y ser nobles para rendirnos ante su voluntad y entregar todas las cosas bajo su control.

3.  Tengamos un mismo pensamiento en El Señor:

“Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro”

Mateo 6: 24a DHH

La duda se opone a nuestra fe, y nos lleva a vivir con una mente sesgada entre la confusión y la doblez, pues el enemigo trae esa confusión para que seamos inconstantes. No permitamos que sirvamos al amo de nuestra carne ni que los sentimientos negativos puedan robar nuestra esperanza en Dios.

Oración

Señor, en esta mañana entrego mi mente y cada uno de los pensamientos que me han llevado a errar y confundirme, colocando mi confianza en el lugar o las personas incorrectas. Hoy decido reconocer mi necesidad de ti, que no puedo seguir divagando entre dos pensamientos, por ello rindo cada uno de ellos a tus pies, quiero vivir con el corazón de un hijo dispuesto a agradarte en la esperanza que me has prometido: “Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán en herencia la tierra” Amén.

Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” Proverbios 23:7. 

Que tengas una gran semana.

Con amor, Marcela Rincón.

Los dejo con esta reflexión de nuestro Pastor César Castellanos: