NO TE DEJARÉ… NUNCA

 BUSCANDO LAS COSAS DE ARRIBA

“Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra” 

Colosenses 3:1-2

El hablar de este tema me da la oportunidad de dar testimonio del amor que Dios me tiene. Estábamos realizando nuestro trabajo normalmente, pero cuando inició la pandemia, nos dieron un día para pagarnos, pero lo incumplieron porque empezó la cuarentena estricta. Me encontraba sin finanzas, y tenía varios compromisos como lo eran el arriendo, los servicios, el seguro de mi esposa, el mercado, y algunos otros más. Entonces junto con mi esposa, nos pusimos a clamar al Señor todas las mañanas, a orar con mi Palabra rhema la cual es Isaías 45, y con los salmos 91, 128, 121, 51, 62, 32, 23, 112, 103, con el verso de Éxodo 12:13 y Josué 3:7. Después con la oración de Jabes, y buscando las cosas de arriba.

Entonces vi como empezaron a llegar ofrendas de diferentes partes, por lo cual, en los meses donde las circunstancias decían NO, a mí y a mi familia nunca nos faltó el alimento ni el pago del arriendo, ni ninguna otra cosa. En los días más difíciles fui fiel con el diezmo, tal cual como si estuviese trabajando, debido a que varias personas que solo me distinguían del servicio en la iglesia, me llamaban y me ofrendaban, era como en el tiempo en que los israelitas salían y Dios les enviaba su maná, su provisión diaria.

Aún sigo orándole al Señor por las promesas que me ha dado, hasta verlas cumplidas. Y llevo siempre presente que en mis tiempos de dificultad no me ha dejado solo. Aunque las células que tenía que eran entre 4 y 5 se disolvieron, hoy sigo perseverando en aquellos discípulos que no volvieron por una u otra razón, que tuvieron excusas para no conectarse, que se tomaron este tiempo como vacaciones, y que ni de manera virtual se conectaban. Aún sigo haciendo mis devocionales y los sigo enviando a todos mis contactos, porque sigo buscando las cosas de arriba ya que es de allí que viene mi socorro, eso me enseñó el pastor Alejandro la última vez que hablamos y me dijo: “Que tu dependencia sea solo en Dios, y en Cristo que está sentado a la diestra del Padre”.

Amigos, los animo a que no se suelten de la mano de Dios pues a pesar de las cosas que nos pasan, Él es bueno todo el tiempo. Si creemos que Dios nos dio a su Hijo, ¿cómo no nos dará todas las cosas que le pidamos y busquemos arriba en el cielo?

Oración: Bendito seas Dios porque tu fidelidad y tu amor que son maravillosos, tú eres mi fortaleza en los momentos de dificultad. Tuve miedo y dije: ¿Dios, puedes verme? Pero en los momentos que clamé e imploré tu ayuda tú me escuchaste, y hoy lo harás de nuevo. Gracias amado Espíritu Santo por tus muchas bendiciones y por ayudarme a permanecer en Cristo Jesús, que es lo más importante, amén y amén.

Con amor, servidor de Cristo Ángel Gustavo Córdoba.