CÓMO EL ESPÍRITU SANTO RESTAURÓ MI CORAZÓN

 

LA NAVIDAD, TIEMPO DE ADORACIÓN

Estamos a unas cuantas horas del 24 de diciembre, uno de los días que más espero después de mi cumpleaños. Con mi familia, nos reunimos: mi papá arma las mesas, mi mamá prepara la comida, incluyendo su famosa natilla, y yo ayudo a decorar la mesa y a empacar regalos. Cuando llegan nuestros seres queridos, nadie mira los teléfonos ni se enfoca en otra cosa que no sea compartir juntos.

Para mí, la Navidad ha sido por mucho tiempo un día de compartir, recibir en casa, preparar regalos o abrirlos. Tal vez, para ti, la Navidad significa pasarla con algún amigo; tal vez sea trabajar mucho para comprar un regalo especial. Sin embargo, aunque todo eso está muy bien, quiero invitarte a cambiar el significado de esta Navidad por el verdadero. En Lucas 2:11 leemos:

"Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor."

El mundo nos ha vendido la Navidad como una fiesta para esperar a Santa Claus, disfrutar de comida deliciosa, bailar, y más. No me malinterpretes, celebrar la Navidad es algo hermoso, pero debemos recordar en nuestros corazones la verdadera razón de esta fecha especial que es: conmemorar el nacimiento de nuestro SALVADOR.

Esta Navidad, no te enfoques en lo que no tienes o en lo que te falta. Enfócate en que ya tienes TODO lo que necesitas, porque tienes a Jesús. Si tienes la oportunidad, comparte el verdadero significado de la Navidad con tus vecinos, amigos, compañeros de trabajo e incluso familiares.

Te daré algunos consejos para que en esta Navidad Jesús sea la razón de tu celebración:

1. Escribe tus motivos de gratitud:
   Si estás solo o acompañado, toma una hoja de papel y un bolígrafo. Dedica 10 minutos a escribir cinco cosas por las que estás agradecido con Dios este año. Luego, compartan esas notas y colóquenlas en el árbol como un recordatorio.
2. Ora en compañía de otros:
   Reúnanse y hagan una oración de agradecimiento por todo lo que Dios hizo este año, pero sobre todo, denle gracias por el mejor regalo que jamás recibiremos: el amor incomparable representado en su Hijo Jesús.
3. Tómate un tiempo para adorar:
   Apaga los villancicos y la música por un momento, y dedica un tiempo para adorarlo. Adora a nuestro Salvador, agradece lo que hizo por nosotros, lo que está haciendo y lo que seguirá haciendo. Adóralo porque, cuando Él está presente, nada más nos falta.

Querido lector, esta Navidad, ya sea en casa, con tu familia o amigos, celebra el regalo que nos fue dado hace más de 2000 años: UN SALVADOR. Estamos acostumbrados a ver muchos regalos cada Navidad, pero Dios aún espera el suyo: ver a toda su creación rendida a sus pies.

Oración:
Dios, te doy gracias porque tu misericordia me sostuvo durante todo este 2024 y lo seguirá haciendo en el próximo año. Te agradezco por el regalo más hermoso: mi Salvador. Esta Navidad celebraré que llegó a este mundo imperfecto alguien perfecto, que llegó aquello que tanto necesitábamos. Te alabo, Señor, y oro para que el deseo de tu corazón se cumpla esta Navidad: que todo el mundo reconozca que Tú eres Dios.

FELIZ NAVIDAD 2024.

Los quiere, Maria Paula Medina.