CÓMO EL ESPÍRITU SANTO RESTAURÓ MI CORAZÓN

 

LA GRAN PRUEBA

 

¡Hola! me llamo Daniel, tengo 7 años. Y hoy quiero contar una historia que me gusta mucho y es muy similar a lo que yo he vivido y es la historia de Abraham y su hijo Isaac.

Todo comienza así cuando papá DIOS le dio la promesa Abraham de qué iba a tener un hijo, aunque ya estaba en la vejez. Esta historia se parece a la mía pues antes que yo llegara, mi mami recibió un diagnóstico que no podía tener hijos por su estado de salud, pero el Señor le dio una promesa a mi mami de que iba a tener un hijo y aquí estoy yo contando mi historia.

Mis papitos también han tenido que vivir La angustia que vivió Abraham cuando el Señor le pidió que ofreciera en sacrificio a su hijo Isaac pues he tenido que pasar por momentos muy duros en mi salud: he estado tres veces el UCI debatiéndome entre la vida y la muerte, pero mis papás siempre han creído en la promesa de que Dios siempre proveerá mi sanidad, a causa de esto, me han enseñado y he aprendido a tener fe para mí y para enseñarle a otros niños que para Dios no hay nada imposible.

Ahora recuerdo una prueba de fe que tuve: Para un cumpleaños mi hermano me regaló una Nintendo Wii, pero llegó un día en el que él me dijo “Daniel, empaque la consola que la vamos a regalar a otro niño” yo no entendía porque y le pregunté ¿Por qué? ¿Qué pasó?  Pero él solo me decía que la iba a regalar.

Esto me dolió mucho porque me gustaban los vídeos juegos, pero yo obedecí y mientras la empacaba había mucha tristeza en mí, sin embargo, se la entregué. Pero mi hermano vio mi obediencia y mi actitud que fue la correcta. Y me sorprendió cuando puso en mis manos una Nintendo switch online que yo quería mucho.

Días atrás en zona kids, nos habían dicho que dibujáramos y oráramos por algo que quisiéramos mucho, yo oré por mi Nintendo y la dibujé…  en esa misma semana fue cuando vi la respuesta de parte de Dios. Me dio mucha alegría porque vi mi oración respondida, di gracias a Dios y aunque aún soy pequeño aprendí que es mejor dar que recibir, y que Dios responde las oraciones.

Mi invitación a los niños es que obedezcan a sus papás y aprendan a orar a Papá Dios porque como mis papás me han enseñado, la obediencia es la llave de la bendición.

Me dio felicidad compartir con ustedes parte de mí y mi fe

Con mucho amor ❤

Daniel Estiven Carvajal.