CÓMO EL ESPÍRITU SANTO RESTAURÓ MI CORAZÓN

 

Aarón ejemplo de Mediador, Sacerdote y hombre de Paciencia

 

Aarón fue el hermano de Moisés, un gran líder del pueblo de Israel, y el primer sumo sacerdote (Éxodo 28:1). Aarón a veces pasa desapercibido entre los personajes de la Biblia, sin embargo, podemos aprender mucho de él.

Desde el principio, Aarón fue llamado a ser el portavoz de Moisés, Dios lo escogió para comunicar su palabra al pueblo. En esto vemos el ejemplo que representa a quienes, en la actualidad, tienen el llamado de compartir el mensaje de Jesús como pastores, líderes, o discípulos. Hoy, nosotros también somos voceros del Reino, estamos llamados a transmitir la palabra de vida, esperanza, salvación, así como Jesús nos enseñó.

Aarón fue el primer sumo sacerdote de Israel como lo describe Éxodo 28. Su responsabilidad era interceder por su pueblo, ofrecer sacrificios y cuidar del tabernáculo, el lugar de encuentro con Dios. Su rol sacerdotal nos inspira a servir fielmente en nuestras células, siendo intercesores espirituales por nuestras familias, amigos, discípulos e iglesia. Como seguidores de Jesús, ahora somos “real sacerdocio”, tal como lo dice 1 Pedro 2:9. Servimos en las células, iglesia, y hogares llevando peticiones delante de Dios y siendo ejemplo de consagración.

A pesar de las fallas que tuvo Aarón, como participar en la creación del becerro de oro, él tuvo un arrepentimiento genuino, y esto lo llevó a retomar el propósito de Dios, ayudó a guiar a los israelitas junto con Moisés para poder llegar a la Tierra Prometida

Aarón nos recuerda que Dios usa líderes imperfectos pero dispuestos, su vida nos reta a hablar con verdad, servir con humildad,  caminar en santidad y fidelidad.

Querido lector, te invito a que te determines a ser un vocero del amor de Dios, a ser sensible a la voz del Espíritu Santo, y esto te llevará a vivir con propósito. 

Oración:  amado Señor, hoy presento mi vida delante de ti, y te pido que la sangre de Jesús me limpie, me restaure y me ponga en el propósito tuyo, pon en mi corazón el deseo de tu corazón y úsame para ser instrumento útil en tus manos, toma el control de mi vida. Te amo Señor, amén.

Con cariño, Jenny Alfonso.