SARA UNA MUJER DE FE Y PACIENCIA

 

“Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir, y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.”

— Hebreos 11:11 (RVR1960)

 

Sara es símbolo de esperanza, fe tardía y la certeza de que los planes divinos se cumplen en el tiempo perfecto, no en el nuestro. 

 

Sara conoció bien la espera prolongada. Años pasaban y la promesa de Dios seguía sin cumplirse. Dios había dicho que serían una gran nación, pero ella seguía sin hijos. Su cuerpo envejecía. Su corazón también.

 

¿Cuántas veces hemos estado en ese mismo lugar? Esperando algo que parece que nunca llega: un milagro, una sanidad, una respuesta, un hijo, una oportunidad.

 

Sara se cansó de esperar. Tomó una decisión humana y permitió que su esposo tuviera un hijo con su sierva. Pero incluso cuando fallamos en la espera, Dios sigue siendo fiel. Él no canceló la promesa por su impaciencia. simplemente la cumplió a su manera y en el tiempo perfecto

 

A los 90 años, cuando todo parecía imposible, Sara rió. ¿Quién no lo haría? Pero su risa de incredulidad se transformó en una risa de gozo, al tener en sus brazos a su hijo Issac.

 

Aunque Abraham y Sara se salieron de los planes de Dios, Él les perdonó, y les dio Su gracia para hacer crecer la fe en el trayecto de sus vidas. 

 

Nuestra fe y confianza en Dios crecerá en la medida que estudiemos Su Palabra, conocer y comprender lo que hizo en el pasado podremos confiar que lo hará en nuestras vidas. 

 

"Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo" (Romanos 10:17)

 

Tal vez tú también esperas algo desde hace mucho. Tal vez te sientes olvidado, estéril en sueños, en propósito, en esperanza. Pero Dios no se olvida de lo que prometió. A veces, cuando parece demasiado tarde, es precisamente cuando Dios empieza a obrar.

 

No te desesperes si el proceso parece lento. Lo que para ti es tardanza, para Dios es preparación.

 

Oración:

 

Gracias Señor, porque tu tiempo es perfecto. Nunca llegas tarde para cumplir tus promesas. Ayúdame a confiar en Ti, en tu plan para mi vida y la de mi familia. Gracias porque en Cristo Jesús obtenemos tu gracia, que nos redime y perdona. Ayúdame a enfocarme en ti, en tus promesas y hacer tu voluntad y no la mía y que mi fe pueda cultivarse día a día. Amén.

 

Con cariño Ingrid Ledesma