CREA UN AMBIENTE DE CONFIANZA

Romanos 12:10

“Ámense unos a otros como hermanos, y respétense siempre.” (TLA)

En la célula encontramos personas con situaciones de vida muy distintas entre sí. Es importante recordar que el principio fundamental es el amor que debemos tener como hermanos en Cristo, reflejando el amor de Jesús y generando un espacio de confianza donde cada miembro pueda abrir su corazón sin temor a ser juzgado, recordando el respeto que debemos tener mutuamente.

Cuando abrimos nuestro corazón quedamos expuestos a otros y, muy probablemente, sentimos temor de lo que dirán. Pero recordemos que así como Jesús no juzgó a las personas que se acercaron a Él, sino que con su amor y respeto no solo las sanó físicamente, sino también liberó su alma de aflicciones que cargaron por mucho tiempo, ellas pudieron exponer su corazón y fueron restauradas. Jesús les brindó esa confianza para hablar y compartir lo que era difícil decir a otros. Hoy, Jesús nos da la oportunidad de crear ese mismo ambiente de confianza con las nuevas personas que se unen a nuestra célula.

Cuando llegué a una célula tenía 15 años. Recuerdo que en mi primera reunión me recibió quien hasta el día de hoy es mi líder. Ella me dio la bienvenida y me presentó a los demás miembros. En ese momento no tenía la confianza para abrir mi corazón ni hablar de lo que guardaba, pero con el paso del tiempo, mi líder y los demás miembros me brindaron la seguridad necesaria para compartir mis cargas y recibir de ellos las oraciones y consejos que necesitaba.

Hoy te invito a pedirle al Señor que nos enseñe a amar a nuestros hermanos en Cristo y a crear un ambiente donde todos nos sintamos amados y respetados.

Oración

Amado Señor Jesús, hoy te pido que me des un corazón lleno de amor, capaz de escuchar a quienes tienen hambre y sed de Ti; que pueda oírlos con amor y respeto, y que ellos encuentren la confianza para abrir su corazón sin temor a exponer sus cargas. Sabemos que solo Tú puedes saciar lo que sus corazones necesitan: conocer de Tu amor. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

Con amor,

Nydya Melo