FORMANDO HIJOS PARA DIOS

“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”
Efesios 6:4

 

En la actualidad es un gran desafío levantar hijos conforme al propósito de Dios, muchos de nosotros estamos enfocados en el día a día, en traer provisión a la casa, en suplir necesidades básicas como vivienda, educación, alimentación y así cumplir con las responsabilidades como padres. Pero hay algo que es más importante que esto y es el propio futuro que nuestros hijos determinarán por sus decisiones,  esas decisiones serán indudablemente tomadas por ellos pero los fundamentos correctos los debemos colocar nosotros como padres, no solo desde sus primeros años de vida sino aún desde antes de nacer porque nosotros también tomamos decisiones y en esas decisiones también elegimos quién va a hacer a ser su padre o su madre, así que hoy es importante reflexionar sobre esto y entender que, como padres, debemos prepararnos para los desafíos en la crianza de nuestros hijos, y capacitarnos de la manera más diligente.

 

Una de las mejores maneras de enseñarle a nuestros hijos es a través de nuestro ejemplo. Reflexionaba sobre noticias que hemos visto últimamente acerca de que las nuevas parejas y los jóvenes de ahora no quieren tener hijos, vemos como la tasa de natalidad ha disminuido y como aún en Bogotá hay unidades de neonatos que se han cerrado. Hablando con una vecina sobre este tema me decía que sus hijos no quieren tener hijos y le decía que los nuestros sueñan con tener sus hijos, mi hija quiere tener cuatro hijos, mi hijo quiere tener tres, y no es normal que un niño piense así, que un joven piense así, pero eso también se debe en gran medida a lo que cada uno recibe en su casa y acerca de cómo realizamos la crianza de ellos. Hoy en día nuestro desafío no solamente es darles una excelente educación, sembrar valores y principios, sino también enseñarlos a estar determinados a vivir para Dios ante una sociedad que se levanta para que ellos mismos no puedan ejercer su paternidad ni su maternidad.

Y qué pasa si nuestros hijos fallan?

David Hormachea en su libro "Cómo ser Padres Buenos en un Mundo Malo" enseña que hay padres buenos que tienen hijos malos y hay padres malos que tienen hijos buenos. Nuestra responsabilidad es ser excelentes padres, pero nuestros hijos toman sus propias decisiones. Cuando un hogar está atravesando por el dolor de un hijo que se desvía de los caminos del Señor, no debe perder la esperanza en que Dios va a completar su propósito, debemos seguir dando buen ejemplo, orando, intercediendo, poniendo límites y clamando a Dios porque les haga volver a sus caminos. Son muchísimos los ejemplos que tenemos de hijos que se desviaron, pero luego volvieron a los caminos del Padre con pasión y amor que nunca antes habían tenido. Dios es capaz de volver las cenizas en gloria, el llanto en gozo, y el temor en paz, así que no pierdas la esperanza porque Dios no ha terminado la obra que está haciendo en tu hijo, ni lo ha abandonado porque él tiene el control y lo ama más de lo que tú lo podrías llegar a amar alguna vez.

Así que hoy los invitamos a que cada uno de ustedes haga un alto en el camino dedique tiempo y pueda prestar atención a los recursos que se nos facilitan para capacitarnos. Hoy tenemos en nuestra Célula en Línea un taller muy importante sobre la crianza de los hijos, por eso te animamos a conectarte para que recibas las herramientas necesarias para la maravillosa carrera de ser Padres en un mundo que está necesitando de familias que sean luz en medio de tanta oscuridad, que necesita de hijos que sean un punto de referencia en medio de tanta confusión. No dejes pasar esta oportunidad de aprender y crecer.

Con amor, Leonor Barrero.









 

Comentarios

  1. Así es Leito, nuestros hijos también tendrán que pasar su proceso, pero siempre están las promesas que Dios nos da para ellos y el no miente, la misericordia está por ensima de la justicia serán enseñados por el mismo Dios.
    Isaías 54:12'17
    Dios es fiel

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  2. Si leito tienes razón, cuando tome la decisión de divorciarme supe que mi gran responsabilidad era quedarme con mis hijos aunque lo normal era que ellos debían quedarse con la mamá y yo darles la cuota alimenticia; no dude ni por un instante que su futuro estaba en mis manos y que la mayor enseñanza era prepararlos con principios cristianos y hoy en día el mayor se caso y están esperando bebe y continua en el propósito de llegar a ser Pastor al igual que mi hija que tiene 20 años tiene el deseo de tener 4 hijos y formar familias sacerdotales

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  3. Así es mi Leito ,mi hija ya tiene 20 años,y mi hijo 12,pero tiempo antes ella decía no querer tener hijos ,ahora que que vivió una prueba de salud y tuvo definitivamente depender de Dios .Ahora le sirve y está enamorado completamente de mi Jesús y ahora quiere tener ,dice que la parejita y mi hijo dice que quiere tener 6 hijos
    jeje,porque siempre dice que quiso tener más hermanos y ser familia que se multiplique.

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