MULTIPLICA LA VISIÒN

 

“Pero la palabra de Dios crecía y se multiplicaba.”

Hechos 12:24

En el libro de los Hechos vemos una verdad poderosa: nada puede detener el crecimiento de la Palabra de Dios. A pesar de las pruebas o dificultades, el mensaje del evangelio siempre encuentra la manera de expandirse y llegar a más corazones. Esta es la esencia de multiplicar la visión.

Cuando hablamos de células o grupos de oración, su propósito principal no es solo reunirse, sino crecer. Crecer no solo en número, sino también en fe, en amor, en servicio y en compromiso con la misión que Cristo nos dejó. Una célula viva y saludable se convierte en un instrumento para alcanzar más hogares, tocar más familias y transformar más vidas para Cristo.

La multiplicación no se trata únicamente de cifras, sino de obedecer al mandato de Jesús de hacer discípulos. Es compartir lo que hemos recibido, sembrar la semilla del evangelio y permitir que otros también experimenten la gracia transformadora de Dios.

Mi testimonio personal.

Nací en un hogar cristiano y hace dos años tuve la oportunidad de ir a mi primer encuentro de rocas, donde conocí más de Jesús, me considero una fiel discípula de Cristo. Mi familia ha atravesado momentos muy difíciles: mi madre lucha con la diabetes y también hemos pasado por problemas financieros. Sin embargo, en medio de todo eso, he aprendido a seguir creyendo y confiando en el Señor. Aún en las pruebas, he podido ver cómo la Palabra de Dios nunca se detiene, cómo siempre se expande y cómo su luz trae esperanza en medio de la oscuridad. Esta experiencia me recuerda que el crecimiento del evangelio no depende de mis circunstancias, sino del poder de Dios obrando en todo momento.

Como jóvenes podemos ser luz en medio de la oscuridad y motivar a otros a acercarse a Dios. No importa la edad ni las circunstancias, todos tenemos algo que dar: nuestra fe, nuestro testimonio y nuestro ejemplo.

Somos parte fundamental de esta misión. por eso es importante y debemos retarnos a abrir una célula  o un grupo de oración y tener la oportunidad de compartir nuestra fe en nuestra casa, con amigos de colegio, universidad, trabajo o incluso en nuestras redes sociales. Cada palabra, cada gesto de amor, cada testimonio cuenta para multiplicar la visión que Dios nos ha dado y que las personas que están pasando por aflicciones como yo las pase, conozcan del amor de Jesús y vean que el evangelio es real sana y salva"

Con Cariño Sarita Galindo🫶🏼