EL SEÑOR HA OÍDO TU CLAMOR DE ANGUSTIA

Génesis 16:11 y 13

“Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción.”

“Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?”

Hay momentos en la vida en los que no existen palabras suficientes para expresar el dolor que llevamos en el corazón, cuando Las palabras se quedan cortas, y lo único que brota de nosotros son sollozos y suspiros cargados de desesperación y angustia, porque nuestra mente se ve bombardeada por pensamientos de duda, confusión, temor e incertidumbre. Es donde apenas encontramos ánimo para poder levantarnos cada día para sobrevivir a lo que estamos viviendo!. 

Pero querido lector, es en estos momentos en que ocurre un tremendo milagro, porque el dulce Consolador, El Espíritu Santo, actúa en medio de tu corazón ( si le permites tomar el control de tu vida) porque aunque nuestra devoción se haya debilitado, Dios, en Su compasión y misericordia, inclina Su oído y escucha nuestro clamor. 

Existe una historia en la Biblia que relata que una mujer que tenía el corazón herido, decidió huir para escapar de su dolor y de la circunstancia que vivía; esta mujer era Agar. La Biblia no registra una oración verbal de su parte; solo sabemos que huía. Pero esa huida —ese gemido sin palabras— se convirtió en una oración que fue escuchada por Dios. El clamor de su corazón fue interpretado por el Espíritu Santo, quien intercede por nosotros aun cuando no sabemos cómo orar. 

Viene a mi mente también la historia de los dos malhechores crucificados junto a Jesús. Mientras uno lo insultaba, el otro, quebrantado por su pecado y lleno de vergüenza, le pidió solo una cosa: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” (Lucas 23:42, LBLA). 

Es de imaginar la mirada de Jesús fijada en ese hombre. Conmovido en misericordia, escuchó el clamor de su angustia. Jesús no ignoró sus palabras, ni rechazó su arrepentimiento. Al contrario, lo consoló y le aseguró con firmeza: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. (Lucas 23:43, NBLA)

Será que podemos explicar que el mismo Dios Todopoderoso oye el clamor de angustia? 

La única respuesta es esta: Dios es un Dios lleno de amor y compasión. Él ve lo que otros no ven, escucha lo que otros no oyen, y responde de manera perfecta. Aunque estemos en lo más bajo, cuando parece no haber salida ni consuelo, Dios no nos ignora. Él escucha, responde, y nos da exactamente lo que necesitamos en el momento preciso. No llega antes, ni después, sino justo a tiempo! 

Si podemos darnos cuenta, ninguno de estos dos personajes bíblicos tenía una relación previa con Dios antes de su encuentro con el Ángel de Jehová o con Jesús; No eran líderes espirituales ni tenían una trayectoria ministerial. Eran simplemente personas desesperadas, necesitadas de un Salvador que tocara sus corazones y cambiara el rumbo de sus vidas!. 

Reflexión: 

Dios no necesita palabras elaboradas para escucharte. A veces, tu dolor más profundo, tus lágrimas o incluso tu silencio pueden convertirse en una oración que llega al cielo. Así como escuchó a Agar en su huida y al ladrón arrepentido en la cruz, Dios también escucha tu clamor, incluso cuando no puedes ponerlo en palabras. Su oído no está cerrado a tu angustia, y su corazón siempre está dispuesto a responder con misericordia. 

Hoy quiero preguntarte: 

¿Estás pasando por un momento en el que sientes que no tienes fuerzas ni palabras para orar? 

• Recuerda: Dios no necesita que hables perfectamente, solo que te acerques. ¿Qué pasaría si hoy simplemente le entregas tu silencio y tu corazón, si decides rendirte a sus pies y esperar que el tome el control de tu corazón, familia y futuro?

Oración: Amado Señor, No tengo las palabras para expresar mi necesidad de ti en estos tiempos de angustia y confusión, ayúdame a poder escuchar tu voz, a través de tu palabra (la Biblia) para que mi vida vuelva a encontrar el rumbo que quieres que transite es este nuevo tiempo!, solo déjame ver tu mano sobre mi y sobre mi familia y ayúdame a atravesar este valle de quebranto tomado de tu mano, en Cristo Jesús, ¡Amén!

Tarea: 

Escribe una carta ✍️ a Jesús contándole cómo estás, y pidiendo guía y dirección para continuar… colócale fecha y mira en la Palabra lo que Él quiere que hagas en tiempo de angustia e incertidumbre. Dios no llega tarde sino justo a tiempo para salvarte de tu angustia y desesperación, sí, solo espera en Jehová y confía en Él y él hará!!

¡Con Cariño!

Rossemarie Rizzo Martínez

Pastora MCI Bogotá