LAVADOS CON AGUA PURA

“Él la purificó (la iglesia), lavándola con agua mediante la palabra, para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable”

Efesios 5,26-27

En estos tiempos que el mundo ha estado viviendo tanta confusión, guerras y la maldad se ha multiplicado tanto, he estado meditando mucho sobre el regreso de nuestro amado Jesús, y su encuentro con nosotros que somos su novia.  

Este capítulo 5 de efesios habla sobre cómo un esposo debe amar a su esposa y cuidar de ella, hace la comparación de la relación entre Jesús y su iglesia, Él entregó su vida por  nosotros y quiere lavarnos a través de su palabra para que podamos ser presentados sin mancha y sin arruga.

Cuando has salido a hacer ejercicio o a hacer alguna actividad que te implique ensuciarte, embarrarte o sudar, no hay nada mas reconfortante que llegar a casa, darte un baño y retirar toda la suciedad de tu cuerpo, así mismo la palabra del Señor funciona como agua y jabón para nuestro espíritu y alma para limpiarnos de todas las impurezas con las que a diario somos contaminados, ella nos LIMPIA, PURIFICA Y SANTIFICA. 

Solo su palabra guardada en nuestro corazón y puesta por obra tiene el poder de hacernos una novia sin mancha y sin arruga para presentarnos delante de Él.

Te comparto 3 cosas que la palabra puede hacer en nosotros: 

-      Expone nuestro pecado y nos lleva al arrepentimiento, como el agua limpia la suciedad.

-      Renueva nuestra mente, nos libera de la duda, la preocupación y la culpa.

-      Nos da dirección y propósito, meditar constantemente en ella nos da claridad para tomar decisiones correctas, y nos da la guía para caminar hacia su propósito.

ORACIÓN

Señor, quiero prepararme para encontrarme contigo como una novia pura y limpia, ayúdame a meditar en tu Palabra y a diario permitir que me renueve y purifique mi corazón.

CON CARIÑO, ZULMA CARREÑO.e