Linaje escogido para vivir en santidad
“…9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable…”
(1 Pedro 2:9)
Antes de iniciar el desarrollo de este blog devocional quisiera aclarar el concepto bíblico de Santidad y es al que se refiere como Dios santo, puro, perfecto, sin pecado o mancha alguna y que respecto a sus hijos se nos llama a tener una vida consagrada y apartadas de todo acto pecaminoso y en obediencia a su palabra, mediante la renovación de la mente y transformación del corazón.
En este contexto, quiero hacer referencia que aquellos que recibimos a Jesús en nuestros corazones, debemos comenzar a vivir en santidad y en cuanto una persona más fortalece su santidad está alcanzando una mayor relación con Dios.
Un ejemplo que me impactó de la biblia fue la vida de Moisés, quien cada vez que sostenía un encuentro o momento de intimidad con Dios, era tal su comunión que su rostro resplandecía, reflejaba la misma santidad de Dios, “…29 Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios. 30 Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí la piel de su rostro era resplandeciente…”. (Éxodo 34:29-30).
Ahora bien, como es de conocimiento de muchos, recientemente Dios nos bendijo a mi esposa y a mí con el nacimiento de nuestro hijo Juan David, y es cuando la mayoría de allegados y amigos comienzan con los comentarios coloquiales “se parece al papá, no se parece a la mamá” y es de acuerdo a ciertas descripciones físicas o los mismos comportamientos del niño, esta situación es muy especial como padre e incluso genera algo de orgullo y honor.
Y tomo esta situación respecto a los comentarios que nos hacen respecto al parecido de nuestro hijo con nosotros, como una manera de describir lo que la santidad significa y es que nos conlleva a tener la imagen correcta de Dios, nos permite asemejarnos cada día más a Él, adquirimos una verdadera identidad de hijos. Ahora hago un cuestionamiento, no te gustaría ser más parecido a tu papá Dios, tener sus mismas características y cualidades.
Quiero replicar unos apartes de un texto que recientemente leí en el libro del Pastor Laudjair Guerra denominado como “Tesoros de la Santidad” y que dice “al recorrer el camino de la santidad, la identidad de Dios comienza a restaurarse en nosotros. Y cuanto más santos seamos, más nos asemejamos a Dios… cada vez que decimos no al pecado y abrazamos la santidad aparece el rostro de Dios en nuestra cara…”, fue una revelación a mi vida, que cada vez que recorremos el camino de la santidad seremos como Moisés, tendremos ese resplandor en nuestras vidas.
Estar en Santidad nos permite tener el poder del Espíritu Santo y reflejo de Dios en nuestro ser, “…que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos…”. (Romanos 1:4)
Oración: Amado padre, hoy te pido me ayudes a recorrer este camino de la santidad para que cada día me pueda parecer más a ti, poder entrar en el lugar santísimo y que, así como Moisés, pueda tener una estrecha relación de Padre e Hijo.
Con cariño Victor y Luz Triviño

Sin santidad nadie verá al señor.
ResponderBorrarGracias
Debemos todos los dias morir a nuestra vieja naturaleza a nuestra carne, reflejar a Dios en todo lo q hagamos, pensemos y hablemos y solo se logra si vivimos una relación intensa con Dios.
ResponderBorrarasí es !! que cada día nuestro anhelo sea que su santidad nos restaure y el ser mas parecidos al Padre .
ResponderBorrarAmén y amén
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