SÉ SANTO COMO ÉL ES

"Sí, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo"

1 Pedro 1:15-16

1 Pedro fue escrito en un momento en que la iglesia atravesaba grandes pruebas: dificultades económicas y gran opresión por la conversión que habían experimentado. El pueblo se había rebelado contra ellos por haberse convertido y sufrían presiones sociales por haber renunciado a la idolatría.

Y en los tiempos de prueba y adversidad el enemigo busca robar la santidad, porque sabe que sin santidad nadie verá a Dios.

La santidad es la decisión de apartarnos para Dios: apartarnos de la mentira, del engaño, de los trastornos sexuales, de todo lo que desagrada a Dios, es apartarnos de todo lo que va en contra de Dios. Y este pueblo estaba decidido a hacerlo, pero con la presión que vivía en medio de tantas dificultades, Pedro les escribe para recordarles que Dios espera que sean santos en toda su vida. Dios espera que preservemos nuestra santidad incluso en medio de la prueba.

No podemos ser santos por nosotros mismos, necesitamos que la santidad de Dios nos rodee y para ello necesitamos acercarnos cada vez más a Dios.

La pregunta es qué produce la prueba en nosotros: ¿un acercamiento o un alejamiento de la presencia de Dios? Porque cuando empezamos a alejarnos y dejamos de escuchar su palabra, la santidad empieza a desvanecerse.

La ira surge por no comprender lo que sucede, la frustración, los argumentos del enemigo, y por permitir pensamientos erróneos: creer que lo que vivimos no le importa a Dios. Y todas estas son mentiras del enemigo.

Recuerdo que durante un momento muy difícil para la salud de mi hijo, cuando sufría muchas convulsiones, comencé a pedirle al Señor que se lo llevara, que no lo dejara sufrir más, e incluso me permití estar enojada con Él. Pero un día, mientras estaba en cuidados intensivos en profundo silencio, el Espíritu Santo me habló y me preguntó: 

- ¿Recuerdas lo que te conté de tu hijo?

Le dije que sí: que esta enfermedad no era para muerte, sino para tu gloria. 

-Entonces, ¿por qué dices lo contrario?

A veces el dolor nos impide ver a Dios obrar, perdemos la fe y la esperanza, pero es hora de recordar que debemos ser santos en toda nuestra vida, porque Él es Santo. Hay momentos en que el silencio es necesario para que Él pueda hablarnos.

Hoy te invito a reflexionar sobre cómo el dolor te está separando de Dios, de su promesa y necesitas volver a escuchar su voz para volver a la santidad.

#TIEMPO DE SANTIFICACIÓN 

Con cariño, Estela Novoa 



Comentarios

  1. Sin Santidad nadie podrá ver a Dios.
    En los momentos de prueba es donde nos damos cuenta que tan santos somos💪

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  2. La santidad comienza con conocer a Dios y entender su carácter y su voluntad para nuestras vidas

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  3. El llamado a ser santos es permanente , por lo cual no podemos dejar que las dificultades estorben nuestra mirada en todo lo bueno, lo puro ,lo santo , que nada dañe nuestra fé en Cristo. Puestos los ojos en Cristo , Autor y Consumidor de la Fé..( Heb. 12:2)

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  4. Dios me puso en el camino un Niño lo cual en sus 19 años de vida sufre de epilepsia lo cual lo llevo a ser un niño especial este año en el mes de mayo se enfermo que en realidad es la hora y no se me convulsionaba a diario que un día con desespero me arrodillé ante su campo y con lágrimas en mis ojos le pedí a Dios que me regalara de nuevo no que me sanara sino que me regalara de nuevo han pasado cuatro meses y no le dio sino un medicamento y mi hijo es lo que un día fue un joven tras su discapacidad es un joven con alegria con ganas de regalarme una sonrisa cada mañana y con esa hermosa sonrisa veo reflejada el amor de Dios en su rostro y se que él ama Dios con yo tenerle fe y saber que solo él puede con lo imposible

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