Siendo hijos de Dios y no de Belial

 



Belial significa "sin valor". Es una palabra hebrea usada en las Escrituras para referirse a personas que vivían alejadas de los caminos de Dios, sin temor ni propósito santo. La Biblia nos presenta a los hijos de Belial como aquellos que se oponían abiertamente a la verdad, que vivían en rebeldía y desprecio por lo sagrado.

Es muy importante reconocer lo que nos describe la Biblia sobre quiénes eran los hijos de Belial, porque esto nos lleva a evaluarnos a nosotros mismos. ¿Dónde estamos realmente? ¿Somos hijos de Dios, reflejando su carácter? ¿O estamos dejando que hábitos y deseos que no tienen valor eterno nos definan?

Algo que me confrontó profundamente fue ver la actitud del sacerdote Elí. En su tiempo, estaba tan acostumbrado a ver personas ebrias simulando orar, que cuando Ana se presentó ante el Señor con un corazón genuino, él la juzgó como si fuera una más, bajo los efectos del vino. Pero la embriaguez en nuestros días no se limita solamente al alcohol. En el capítulo 9 del libro Tesoros de la Santidad, el autor señala claramente cómo ahora nos emborrachamos de entretenimiento y anestesiamos nuestra alma con placeres momentáneos: series, películas, redes sociales… nos llenamos de lo pasajero para huir de lo eterno.

Dios me recordó algo de mi propio pasado: cuando estaba bajo el efecto del alcohol, la realidad se distorsionaba. Hablaba cosas sin sentido, fingía una vida que no tenía, y todo eso era una máscara para ocultar un dolor profundo. Hoy, lo mismo puede pasar sin una gota de licor. Muchos se sumergen en las redes sociales para inventar vidas, obtener likes y aparentar felicidad, cuando en realidad están cubriendo un profundo vacío.

Y aquí vale la pena detenernos y preguntarnos con honestidad:

¿De qué me estoy embriagando hoy?
¿Hay algo que está ocupando el lugar de la presencia del Espíritu Santo en mi vida?
¿Me embriago con entretenimiento, con trabajo, con compras, con relaciones, con redes sociales, con comida, o incluso con mis propias emociones?

La pregunta clave es: ¿Qué estoy usando para anestesiar mi alma en lugar de buscar la llenura del Espíritu Santo? Porque todo aquello que controla nuestro corazón, que domina nuestros pensamientos y que guía nuestras decisiones, se convierte en la “bebida” que nos embriaga, aunque parezca inofensiva.

En Proverbios 6:12-19, la Biblia nos ofrece una descripción aún más detallada del carácter de los hijos de Belial:

"El hombre malo, el hombre depravado, es el que anda en perversidad de boca; que guiña los ojos, que habla con los pies, que hace señas con los dedos; perversidades hay en su corazón, anda pensando el mal en todo tiempo; siembra las discordias...

Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma..."

Este pasaje no solo expone el carácter de los hijos de Belial, sino que también nos advierte a quienes ejercemos liderazgo espiritual.

Como líderes, debemos tener mucho cuidado, porque también podemos, sin darnos cuenta, formar personas sin valor espiritual. Si nuestro liderazgo es débil, permisivo o manipulador, podemos llevar a otros a la destrucción. Un líder sin firmeza, sin cuidado, o con agendas personales puede convertir a sus discípulos en hijos de Belial por no ejercer su llamado como Dios espera.

Elí fue un sacerdote que permitió el pecado en su casa y en su ministerio. Sus hijos fueron llamados hijos de Belial porque él no corrigió, no confrontó, no protegió lo sagrado. Hoy, Dios nos llama a revisar nuestro liderazgo: ¿Está enfocado en Cristo o en lo superficial? ¿Estamos formando discípulos de verdad o permitiendo hábitos sin valor eterno?

Con cariño 

Esteban Babativa

Oración 

Padre amado, te damos gracias porque nos has llamado a ser hijos de luz y no de Belial. Te pedimos que examines nuestro corazón y nos muestres si hemos permitido que lo vano controle nuestra vida. Ayúdanos a vivir sobrios, llenos de tu Espíritu y no de lo pasajero. Como líderes, te rogamos que nos enseñes a guiar con firmeza, amor y verdad. No permitas que formemos discípulos sin valor, sino hijos tuyos, firmes y fieles. En el nombre de Jesús. Amén.




Comentarios

  1. Gracias por pensar en nosotros

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  2. amen!!! somos hijos de Dios y día a día debeos pedir al señor Jesús que nos enseñe a vivir conforme a su voluntad y ponerlo a el en primer lugar. y no dejarnos deslumbrar por la vanidad de este mundo.

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