AL DIABLO CON PAPÁ NOEL

“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”

Mateo 1:21

 

 

Para entender este versículo nos ponemos en contexto con Mateo 1:20

“Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”

 

Este versículo revela el propósito central de la encarnación de Jesucristo: La salvación de la humanidad de su pecado.

En navidad se supone que celebramos el nacimiento de Jesús, entendiendo quien es y porque vino al mundo, conociendo su vida, sus enseñanzas, el legado que nos dejó, la gran comisión, la obra perfecta de la cruz, y la promesa de que volvería por su iglesia…entre muchas otras cosas.

Pero si vamos a las escrituras vemos que la Biblia no registra una celebración del nacimiento de Jesús por parte de los apóstoles o la Iglesia de esos primeros tiempos, lo que sugiere que no es un requisito de fe la celebración de la navidad.


La navidad en la iglesia es la conmemoración del nacimiento de Jesucristo y es una fecha significativa para predicar sobre la encarnación y el plan de salvación de Dios.

Pero en el mundo esta celebración no es así, ese no es el objetivo, es una época de excesivo comercialismo, materialismo y secularismo que rodean la Navidad moderna, y esto desvía la atención de Dios y promueve valores contrarios al cristianismo.

Las tradiciones navideñas varían globalmente, pero a menudo incluyen:

       Decoración: El uso de árboles de Navidad, luces y guirnaldas.

       Representaciones: La instalación de "nacimientos" o pesebres que recrean la escena del nacimiento de Jesús.

       Comidas Festivas: Cenas especiales donde las familias se reúnen para comer platos tradicionales (como pavo, tamales o pescado).

       Intercambio de Regalos: Una práctica común que simboliza la generosidad y el compartir.

Pero la celebración de la NATIVIDAD (Nacimiento) se queda en esto… En el afán de luces, decoraciones, comida, regalos, ropa para estrenar, fiestas, licor, novenas bailables, pólvora, alegría y todo lo que esto conlleva…  Este es el significado de la navidad para la mayoría de las personas, pues siendo esto la tradición, es la forma de ver y celebrar la navidad. Y si analizamos bien y con honestidad, en esto hemos caído todos, pero la pregunta es: ¿dónde queda Jesús? 

Debemos ver la Navidad como un momento de unión familiar y la mejor oportunidad   del año para compartir el mensaje del Evangelio con amigos, familiares y no creyentes.

Ahora, sí debemos celebrar la Navidad, entendiendo y conociendo el verdadero significado de esta celebración, sabiendo que el verdadero y único protagonista es JESÚS, ¡SU PUESTO Y SU PRIMER LUGAR SON INTRANSFERIBLEs!  ese debe ser el enfoque principal de un cristiano.

Elevemos una oración:

Padre, en este tiempo de celebración, te pedimos con humildad y un corazón abierto que nos concedas la gracia de comprender el verdadero y profundo significado de la Navidad, ayúdanos a mirar más allá de las luces brillantes, los regalos y el bullicio de las fiestas, para centrar nuestros corazones y mentes en el milagro del nacimiento de Tu Hijo, Jesús. Que la historia de Belén nos recuerde tu amor infinito por la humanidad, la esperanza y la paz que su llegada trajo al mundo.

Abre nuestros ojos para ver a Jesús en cada persona que encontremos; abre nuestras manos para compartir generosamente como tú has compartido con nosotros. y abre nuestros corazones para dar y recibir amor, perdón y reconciliación. Que nuestra celebración no sea superficial, sino un reflejo de tu amor y tu gracia. Que podamos llevar la luz de Cristo a un mundo que a menudo se siente oscuro.

¡Amén y Amén!

con un sentir en el corazón… EMMA Y ROBINSON.




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