LA ESPERANZA RENACE CON JESÚS

Romanos 15:13  “Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.”

Hay momentos en la vida en los que la esperanza parece escaparse lentamente, casi sin que nos demos cuenta. A veces es una oración que lleva años sin respuesta, un sueño que se nos deshace entre los dedos o un cansancio interior que no sabemos explicar. En esos días, incluso las palabras de ánimo suenan lejanas.

Pero justo ahí, en ese espacio silencioso donde se mezclan la fe y el cansancio, vuelve a resonar la historia del nacimiento de Jesús. 

No como un recuerdo religioso más, sino como un recordatorio vivo: Dios nunca ha dejado de intervenir en la historia humana.

Un nacimiento que rompe la noche

Cuando Jesús vino al mundo, Israel llevaba siglos esperando. Silencio. Opresión. Promesas que parecían haber quedado suspendidas en el aire.

Y sin embargo, Dios eligió ese momento el menos esperado para irrumpir con luz.

Romanos 15:13 no nos invita a fabricar esperanza con nuestras propias fuerzas. Pablo no dice “inténtenlo un poco más” ni “piensen positivo”.

Dice: “El Dios de la esperanza”.

La esperanza no nace de nosotros, la esperanza nace de Él.

Por eso el nacimiento de Cristo no es solo un acontecimiento histórico; es un recordatorio permanente de que Dios se acerca a nuestra realidad, Jesús renueva nuestra esperanza hoy. 

Cada vez que recordamos su nacimiento, también recordamos que:

Dios cumple lo que promete, incluso si parece tardar.

Él no se olvida de nuestras oraciones ni de nuestros anhelos.

La luz que Él trae no depende de nuestras circunstancias.

Su presencia sostiene lo que nuestra fe no alcanza.

Jesús vino para que la esperanza dejara de ser frágil y se convirtiera en algo firme, sostenido por el Espíritu Santo, como dice Romanos 15:13.

No importa cómo llegue la Navidad este año para ti con celebración, con silencios, con gratitud o con heridas, el nacimiento de Jesús sigue diciendo lo mismo:

Dios está aquí, Dios está obrando, Dios sigue siendo fiel.

Hoy te invitamos a que la navidad sea algo más que natilla, buñuelos y celebración, que sea de verdad recordar nuevamente en verdadero significado de esta temporada, hace más de 2000 años nació la persona que entregó su vida para salvarte, esa salvación nos tienen aún con esperanza el día de hoy, es un motivo muy grande para estar agradecidos y terminar el año de la mejor manera, porque Dios sigue siendo fiel, a pesar de todo.

Con amor Alejandra Rey