Un corazón moldeable
Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel
Jeremías 18:1-6
El Alfarero forma una vasija mediante un proceso cuidadoso y especial, pues su propósito es que quede perfecta, hermosa y útil. Sin embargo, puede que la vasija que este formando no resulte como él espera, y tenga que ser quebrada en sus manos para comenzar de nuevo. Es necesario que el barro sea moldeable, sin imperfecciones y totalmente limpio antes de que el alfarero siga trabajando en él.
En la Biblia encontramos como Dios le habla al profeta Jeremías revelándole que somos como ese barro, y que nos moldea a través de situaciones de quebranto buscando quitar o arreglar todo lo que no le permite avanzar para formar nuestro carácter. Él quiere hacernos vasijas perfectas en sus manos; pero para esto es necesario no solo que vayamos a su casa, sino que también permitamos que él nos moldee conforme a su voluntad, sin cuestionar lo que deba hacer para lograrlo. Como lo expresa Pablo en Romanos 9:20 “Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?”
De la misma manera que el Alfarero tiene el barro en sus manos y tiene un plan perfecto para este, pues ve en su mente el producto terminado, Dios también tiene un plan perfecto para nuestras vidas. Si te dejas quebrantar en las manos de Dios como esa vasija moldeable, a pesar de tener imperfecciones, el alfarero te limpiará y seguirá su trabajo, quitara de ti lo que no le agrada, para hacer de ti esa obra perfecta en sus manos, ya que lo que empezó en ti, quiere terminarlo. Seguramente ese proceso de ser moldeados va a doler, y quizás en algún momento cometamos errores, pero es en nuestra debilidad donde su poder trabaja y se perfecciona.
Busca al alfarero y permite que él te quiebre y te haga de nuevo, pues el quebrantamiento nos transforma y nos permite ser su obra perfecta, ríndete y deja que él tome el control y haga de ti una vasija valiosa para su especial uso.
Amén
ResponderBorrarGracias Natalia, excelente y oportuna reflexión, Dios te bendiga. 😉😇
ResponderBorrarAmén Natalia. A veces no quisiéramos pasar ese quebrantamiento porque es doloroso, pero luego entendemos que era necesario. “Todas las cosas obran para bien, para los q aman a Dios”
ResponderBorrarGracias Nathica, Muy buen mensaje ser quebrantados es una prueba difícil que ninguno queremos pasar pero Dios lo permite porque tiene el mejor plan
ResponderBorrarQue bello mensaje es siento solo cuando me pongo en manos de el cambia en mí y continua mente todo lo que no me sirve y lo hace nuevo gracias.
ResponderBorrarAmen!! debemos ser quebrados y pasados por fuego para entender el plan perfecto que Dios para con nosotros.
ResponderBorrargracias amiga bella por esta reflexión.
-Leidy Espitia