SABOREALO TU MISMO
Salmo 34,8
“Prueben
y vean que el Señor es bueno, feliz el hombre que en el confía.”
Piensa por un momento en tu comida favorita o en un delicioso postre ¿puedes imaginar en tu mente su olor, sabor y el placer que produce en tu paladar? Ahora imagina que llegas a un restaurante y desde afuera por la ventana ves a las personas como disfrutan de ese plato, mientras tanto se te hace agua la boca.
En ocasiones yo he sido la que está fuera del restaurante, pero no exactamente observando la torta de chocolate que tanto me fascina, sino las bendiciones de Dios que no se han hecho realidad, y desde la ventana me he preguntado una y otra vez ¿por qué otros pueden experimentar y obtener algunas bendiciones que yo he anhelado, cosas por las que he orado? pero las respuestas no llegan.
Y sabes, en medio de todas mis preguntas aprendí algo que abre la puerta del restaurante para que yo pueda entrar y degustar lo mejor que está servido a la mesa, está en el versículo 1 de este salmo “bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará de continuo en mi boca” cuando tengo un corazón agradecido y lleno mi boca de alabanza en vez de queja, la amargura se va y empiezo a saborear las delicias que MI BUEN DIOS ha preparado para mí.
En este versículo hay una verdad maravillosa: DIOS ES BUENO. Eso nunca cambiará, lo fue ayer, lo es hoy y lo será mañana, ¿sabes dónde escribió David el salmista este salmo?, en la cueva de Adulam, un lugar un poco frio, húmedo, con bichos por todo lado, acompañado por los endeudados, afligidos y amargados. Desde allí nos está retando a comprobar por nosotros mismos esta verdad.
Quizá hoy estás en tu propia cueva de Adulam, y piensas que este no es el mejor lugar para “saborear” lo bueno que es nuestro Dios. El salmista no te está invitando a degustar algo amargo, agrio o que ya está vencido. Al contrario, hoy es el día para que en medio de lo que estás viviendo puedas disfrutar el dulce sabor de su presencia y que recuerdes lo que dijo David FELIZ EL HOMBRE QUE EN DIOS CONFIA.
Con amor
Zulma Carreño
Amén Zulma. Lo que debemos hacer es abrir nuestra puerta como dice Apocalipsis 3:20 para q el Señor pueda entrar y sentarse a la mesa con nosotros. Paty
ResponderBorrarMi Zulmis, amén!!!!....Den gracias a Dios en cualquier circunstancia. Esto es lo que Dios espera de ustedes, como cristianos que son.
ResponderBorrar1 Tesalonicenses 5:18...
🙏🙏🙏🙏🙏
Lady Gallo.
Hermosa Reflexión, que Nuestros Corazones Siempre Agradezcan al Señor. El Siempre se ha mantenido Fiel!
ResponderBorrarMientras leía esta reflexión, recordaba al pequeño Mefiboset. Aún con su defecto físico y las condiciones poco favorables en las que vivía, reconoció la autoridad del rey David y de Dios, por lo cual, pudo sentarse a disfrutar de los beneficios que el rey le dio de por vida. Gracias Zulma, gran enseñanza.
ResponderBorrarQue buena enseñanza esto me hace reflexionar y me hace ser agradecida con lo que ahora tengo
ResponderBorrarY no preocuparme por lo que aún no tengo y que sólo Dios sabe en qué momento voy a necesitar algo más
Gracias mi zulmita Dios te siga bendiciendo
Qué punto de vista tan bonito. Esa es la manera de disfrutar de su presencia, que nunca empalaga sino que es un deleite continuo. Gracias Zulmita. 🩸💗☺️
ResponderBorrarQ deliciosa y dulces palabras me saboreo hoy gracias por esa reflexión
ResponderBorrar🤗
ResponderBorrarAmen se que DIos es tan maravilloso y perfecto que nos da siempre los mejores platos y los mas bellos milagros
ResponderBorrarTotalmente cierto Zulmita. Hace poco aprendí que agradecer y alabar es una puerta al contentamiento y a que veamos las bendiciones con mayor claridad. Un abrazo.
ResponderBorrar