MUERTE O VIDA…

 

 

Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal, ni obedezcan a sus malos deseos. No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia. Así el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la ley, sino bajo la gracia. Romanos 6: 12 – 14 NTV

 

 

Creo que en estos últimos dos años hemos pensado mucho más en el significado de la muerte que en ningún otro tiempo. Hemos visto partir a seres queridos, conocidos o amigos y aun estamos en el proceso de entender racionalmente esta transición por la que todos debemos pasar. La muerte se conoce como la cesación de la vida, lo que quiere decir que ya no realizaremos ninguna acción en este cuerpo, sino que pasaremos a otra etapa, a vivir una eternidad con Dios.

 

Mientras nos encontremos en este mundo debemos aprender también a "morir" o mejor dicho a desprendernos de cosas que nos pueden apartar del propósito que Dios tiene con nosotros, debemos tomar la cruz y negarnos a nosotros mismos como lo enseña la palabra. Cuando estábamos sin Cristo, nuestra naturaleza estaba viciada haciendo las obras de la carne y lo que desagrada a Dios, de manera que tenemos que pasar por un proceso de "desintoxicación" del mundo. Las cosas carnales y que nos separaban de Dios, van siendo destruidas en nuestra vida, mientras lo espiritual va creciendo en nosotros y vamos siendo cada día más llenos del Espíritu Santo.

 

Tuve la oportunidad de ir a un encuentro cuando tenia 17 años y pensaba que aún era muy joven para buscar a Dios o meterme en una Iglesia. Creía que tenía muchas cosas por vivir, que lo que el mundo ofrecía era lo que realmente necesitaba, sentía que era una buena persona y que estaba bien. Sin embargo, ese fin de semana pude experimentar el pasar de muerte a vida, ya que cuando vives en oscuridad ni siquiera te das cuenta de quién eres o lo que haces. Pero cuando la luz de Dios me alumbró pude ver claramente quién era por dentro, aunque trataba siempre de aparentar engañándome a mí misma, Dios me confrontó y pude ver lo mal que me encontraba, era una mala hija, rebelde, llena de rencor, tenía la mente contaminada de cosas incorrectas, me emborrachaba y no era una buena persona. Pero ese día me puse en mis rodillas hasta que se me durmieron las piernas y le pedí a Dios que me diera la oportunidad de tener una vida diferente y después de esa oración literalmente nací de nuevo, cuando abrí mis ojos lo único que hacía era mirar mis manos porque sentía que no eran las mías, todo el día tuve la sensación de que esa oscuridad ya no estaba en mí y que de ese día en adelante ya no caminaría más hacia la muerte sino a la vida que solo pudo darme Dios.

 

Hoy cuando veo mi vida, mi hermoso bebé y mi esposo, mi papá que recibió sanidad, mi mami restaurada, a mis familiares sirviendo a Dios, a mí misma siendo instrumento para que otros le conozcan y una vida llena de tantas bendiciones, me pregunto… ¿qué hubiera sido de esa jovencita si no hubiera tomado la decisión de morir al pecado?

 

Por eso querido lector, hoy te invitamos junto con mi esposo a que puedas renunciar a aquello que te aparta de Dios, y así puedas experimentar su maravillosa gracia en todas las áreas de tu vida. No hay nada mejor que permitir que sea Dios el que escriba tu historia.

Con amor, Marcela Bermúdez.


 

 

Comentarios

  1. Gracias por ese testimonio, aca vemos como Dios en un Dios de nuevas oportunidades cuando podemos limpiar todo aquello que nos hace mal 😊😊😊😊

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  2. De muerte a vida y de muerte a resurrección eterna. Stella

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  3. Dios permita que nuestra juventud te conozca.

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  4. Marce, gracias por compartir tu testimonio.

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  5. Muchas gracias por compartir este mensaje que es muy especial

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  6. Ver propósito al morir, nos lleva a dispone el corazón

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