El Poder De La Oración En El Altar Familiar
Oye, Israel:
Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. 5 Y amarás a
Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus
fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy,
estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus
hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte,
y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal
en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y
las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Deuteronomio
6:4-12
Cuando tenía 6 años, un hombre le predico a mis papás sobre el poder de Jesús paras sanar, restaurar y levantar, en este momento estábamos pasando por un fuerte quebranto de salud de mi padre los doctores decían que era muy grave un cáncer invasor estaba tomando todos sus órganos, como familia estábamos desbastados con mucha tristeza y dolor, pero mi papá recordó lo que su amigo le comento, del encuentro con Jesús y el poder de la oración, tomo la decisión de ir en seguida fue mi mamá, cuando sucedió esto el milagro ocurrió, el cáncer desapareció y era tan increíble que aun los doctores no lo podían creer, a partir de ese momento rendimos nuestras vidas a los pies de Jesús y a servirle.
Desde que tengo memoria mis papás nos enseñaron a mi hermano y a mi sobre el altar familiar nos reuníamos todos los domingos y uno que otro sábado para orar y buscar de la presencia de DIOS y era tan especial, divertido y maravilloso porque allí el Espíritu Santo nos mostraba lo que estábamos viviendo cada uno en lo personal, hablaba a nuestro corazón a través de la palabra y no solamente podíamos abrir nuestro corazón a Dios, sino como familia podíamos contar lo que estábamos viviendo y entre todos orábamos los unos por los otros y podíamos sentir la presencia de Dios como dice Mateo 18:20 “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” Y se convirtió en lo más importante para nosotros como familia, porque mi padre como sacerdote oraba por su esposa y por sus hijos, y sentíamos la protección especial y el amor de Dios a través de él.
En el altar familiar conocemos los principios y valores de una vida con Jesús, conocemos del verdadero temor a Dios y como guardar nuestros corazones ante el mundo.
Gracias al altar familiar y la oración de mis padres,
hoy en día Dios me ha dado el privilegio de hacer mi altar familiar junto con
mi esposo, porque ese principio permanece hasta el momento gracias a lo que
sembraron mis padres en mí, porque entendí que este lugar secreto como familia
es donde conquistamos nuestros sueños y anhelos una oración permanente y de
poder para establecer una comunión con DIOS en nuestras vidas.
Querido lector, hoy te quiero invitar a que empieces hacer tu altar familiar, así solo vivas con tus padres, o tus hermanos, o tus hijos, quizás eres una mujer cabeza de familia, pero no importa eres escogida para que establezcas el reino de Dios en tu casa con las personas que vivas hazlo y verás como la atmósfera de tu casa cambiara.
Con mucho cariño, Leidy Espitia.
Muchas gracias, hermoso blog.
ResponderBorrarAmen crear un ávito como este ante los ojos de Dios no sera inpocible cuando tenemos hijos y familia por asercar a jesus ..gracias tremendo testimonio.
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