LA ORACION INCESANTE
La oración es una de las formas por las cuales nos acercamos a Dios, nuestro Padre celestial está atento a nuestras oraciones cuando estas llegan a Él de una manera eficaz. Debemos ser pacientes, saber esperar y confiar en que la respuesta de Dios llegará, aunque esta respuesta en algunas oportunidades sea un NO rotundo, no te desgastes tratando de entender las respuestas de Dios, solo créele y acepta que sus planes son mejores que los nuestros.
Junto con mi esposa teníamos un sueño, un anhelo de tener nuestra
casa propia, así que empezamos a orar por esta casa, la visualizábamos y a
diario orábamos para que Dios nos diera esa bendición, en medio de esa búsqueda
veíamos proyectos y negocios con bancos que a nuestro modo de ver eran lo más
viable y la forma más rápida de obtener nuestro sueño, curiosamente siempre los
negocios se caían, aun teniendo viabilidad para los créditos, cosa que empezó a
generar por lo menos en mi caso una batalle de fe. El enemigo te ataca de la manera mas baja y desapercibida con el fin de robar tus sueños, pues al ver como se caían las negociaciones, empezó a menguar la idea de buscar casa,
pero a la par empezó a crecer un espíritu
de conformismo que nos hacía pensar que no era tan malo estar en arriendo y que
el tener una casa no era tan importante como creíamos.
En medio de esa batalla de fe, en una reunión familiar Dios nos habló de lo que estábamos viviendo, de no dejarnos robar nuestros sueños y por el contrario luchar por ellos, con oración constante, oraciones genuinas, ayuno y con la mejor arma LA SANGRE DE JESÚS. Con mi esposa entramos en un tiempo de oración incesante en la cual entregábamos el control de toda la situación a Dios, como dice la Palabra lo probamos con nuestros diezmos, y el derramamiento de la sangre de Jesús por causa de la corona de espinas nos abrió brecha en medio de espinos y cardos para llegar a nuestra anhelada casa.
En un tiempo especial y perfecto para Dios pudimos
adquirir nuestra vivienda, lo más especial fue el cumplimiento de la promesa
por parte de Dios, fue tal su respaldo, que compramos esta vivienda sin dinero,
sin créditos a un banco y a un precio muy favorable. Todo esto gracias a una oración
incesante.
Hoy te quiero invitar a que revises qué sueños o que peticiones has dejado a un lado, recupéralas y no dejes de soñar, ora incansablemente por tus sueños pues tu Padre es el dueño del oro y la plata, el Alfa y Omega, no te dejes robar por satanás tus sueños, promesas, metas. Dale en esta mañana el control a Dios y por medio de las armas espirituales que Jesús nos dejó, sal a la conquista.
Con Cariño
Esteban y Leidy Babativa
Los intentos fallidos no deben minar nuestras fuerzas , para ir a la conquista es importante sanar el corazón de los fracasos, renovar esa fe que nos lleva a perseverar hasta lograrlo.
ResponderBorrarGracias Esteban y Leidy.