HAZLO PARA EL SEÑOR

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor, y no para los hombres, 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís” Colosenses 3 23-24

Muchas veces nuestra tendencia a hacer las cosas para agradar a los hombres, demuestra que estamos buscando reconocimiento porque estamos faltos de afecto, queremos la aprobación y nos interesa mucho el qué dirán o lo que ellos piensen de nosotros.  Es fácil vivir una vida ante los ojos de otros, pero Dios quiere que vivamos ante sus ojos y hagamos su voluntad.  Pablo nos exhorta a ser vigilantes, de modo que sirvamos a Dios y no a los hombres.

Cuando hacemos todo de corazón para el Señor, las ambiciones de impresionar a los demás se van. Hoy pregúntate ¿Todo lo que haces, lo haces para Dios?

Por lo general suele pasar que trabajamos más rápido cuando el jefe entra ¿Oras porque alguien te está mirando?

¿Haces mejor las cosas cuando alguien te está mirando? ¿te comportas bien, no dices malas palabras y sonríes todo el tiempo solo cuando alguien te está observando?, ¿o tratas bien a tu esposa, hijos, madre solo cuando alguien te está mirando?

Esto es algo que Dios necesita tratar en nuestras vidas porque no tenemos tan presente a quién servimos y para quién hacemos las cosas, buscando la aprobación de los hombres y no la de Dios.

La palabra dice que Dios es quien escudriña la mente y el corazón y Él si conoce nuestro más íntimo pensamiento. El Señor dice que si vivimos vivamos para Él, muchas veces por eso nos cuesta vivir en santidad, porque no dependemos de Dios 100%, somos más carnales que espirituales y como tal nos comportamos.

Pablo conocía la naturaleza humana y estaba consciente de esta debilidad, En la carta a los efesios menciona lo siguiente:

“No sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres” Efesios 6:6-7

El Señor quiere que nos parezcamos a Él, que tengamos su naturaleza, que seamos mansos y humildes de corazón, que tratemos bien a las personas, que seamos respetuosos, que no juzguemos, ni murmuremos, que perdonemos, porque es fácil engañar al hombre llevando una vida de apariencia.

Entonces la invitación de hoy es a que vivas una vida a la luz de la palabra de Dios, ella es nuestro manual que nos enseña cómo comportarnos para así tener un corazón solo para Dios y que todo lo que hagas sea para agradarle a Él, no buscando la aprobación o la recompensa de los hombres.

Cuando permaneces en Su presencia consciente y constantemente, viviendo una vida agradable a los ojos de Dios, las decisiones que debes tomar se vuelven mucho más claras. ¿Deberías ver esto, leer o decir esto otro? Dios te cuida y está al pendiente de ti. Si te preguntas siempre: ¿qué piensa Dios sobre lo que hago? purificarás tus pensamientos y por ello recibirás la paz que sólo llegan a conocer los que viven para Dios. El Señor te llamó porque vio tu corazón y así le agradaste. A veces pensamos que nos llamó un hombre y nos volvemos desobedientes, infieles y rebeldes, queriendo hacer nuestra propia voluntad sin dejarnos moldear y enseñar, queriendo mostrar algo que no somos, cuando Dios quiere que nuestro corazón siempre sea transparente, genuino y sincero.

Cuando la Biblia dice que hagamos las cosas con para en Señor es con amor, con diligencia, con excelencia, sin pereza, porque Él es quien produce que lo hagamos.

La vida se vuelve considerablemente más fácil cuando lo hacemos todo como para el Señor. El amor de Cristo se vuelve la fuerza motriz de nuestra vida, y de esta manera cuando lo llevamos a la práctica, dependemos cada vez menos de lo que los demás ven en nosotros. Dios mismo es el que nos llena con poder y voluntad para hacer el bien por amor de Su nombre. Él bendice lo que hacemos ¿qué más podríamos pedir?

Tomemos la recomendación de Pablo en el corazón – ¡y sirvamos siempre frente a los ojos del Señor, independiente de lo que estemos haciendo!

¡Un siervo de Cristo se alegra siempre en el Señor! ¡Un siervo de Cristo hace todo para guardar su corazón puro! Un siervo de Cristo está llamado a ser justo en todas las cosas. Una vida cristiana superficial y "agradable" no es la meta para alguien que sigue a Jesús, sino uno que "… de corazón hace la voluntad de Dios." (Filipenses 4:4, Proverbios 4:23, 1 Timoteo 6:11)

Con amor, Samuel y Magdalena Santos.



Comentarios

  1. Muchas frases sabias para atesorar 🥊. Un contenido de gran riqueza. Cuando se lee ese versículo, nos conformamos pensando que las cosas hay que hacerlas con buena actitud, pero ustedes nos enseñan que es más profundo que eso 💐🌷🌈

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