NO TE DEJARÉ… NUNCA

 ¿VIVIR EN SANTIDAD?

"Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?"

Números 23:19

Cuántos de nosotros cuando éramos niños, escuchamos de nuestros padres o cuidadores frases como “Si no se porta bien, el niño Dios no le da regalo”, “Si se porta mal, se lo lleva el coco”, “Si se pasa el chicle se le pegan las tripas” Este tipo de frases las decían con el fin de que fuéramos niños obedientes, cuando crecimos nos dimos cuenta de que eran mentiras y que eso nunca iba a pasar.

Pero esto no es igual en nuestra relación con Dios, cuando nuestro Padre Celestial nos habla o nos dice algo, no es una mentira que nos dice para que obedezcamos, sino que es un advertencia clara y real que nos da para que evitemos dar un mal paso o tomar una mala decisión. Cuántas personas están en este momento atravesando circunstancias difíciles, todo porque no creyeron y no obedecieron las advertencias y palabras que Dios les había dado, y peor aún, cuantas circunstancias difíciles hemos  atravesado todo porque no obedecimos a una palabra que Dios nos habló a través de la Biblia o de nuestros pastores.

Por eso, cada vez que Dios hable a nuestras vidas, debemos tener la plena seguridad de que no está mintiendo, que cada palabra que nos ha dado es una verdad y que desea nuestra plena obediencia a esa palabra para que la santidad habite en nuestro corazón, pues claramente la Biblia enseña que "Sin santidad nadie verá a Dios" Hebreos 12:14

Debemos entender que en estos últimos tiempos, mientras el mundo corre de manera desenfrenada tras sus deseos, pasiones e ideologías incorrectas, Dios no está buscando de nosotros algún tipo de religiosidad para contrarrestar ese mover del mundo, sino que está buscando que en cada uno de nuestros corazones habite la santidad, pues nos ha prometido que está preparando morada para nosotros y que vendrá para que estemos donde Él está. (Juan 14:2-3)

No sabemos cuanto tiempo nos resta en esta tierra, así que no dudemos en santificar hoy nuestro corazón y no nos demoremos en obedecer cada palabra que Dios nos ha dado.. 

Con amor Saúl y Alba Serrato