Como Quitar La Envidia De Mi Corazón

Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.

1 PEDRO 2:1-2


Cuando hablamos de envidia es como una enfermedad, ya que el sentir esto no nos deja ser felices y por el contrario muchas veces nos lleva a dañar y dañarnos a nosotros mismos por querer vivir o aparentar algo que no somos.

“El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos” PROVERVIOS 14:30

La envidia es una parte de la pecaminosa naturaleza humana, lo cual puede ser una lucha diaria; y estarás pensando ¿Cómo podemos vencerla de raíz? La palabra de Dios nos muestra el camino para vencer todo pecado ¡y el camino es ser imitadores de Jesús, tomando nuestra cruz cada día y negarnos a nosotros mismos!

Como herramienta tenemos la palabra de Dios, la cual podemos utilizar como espada para derribar cualquier pensamiento o sentimiento que provenga de la carne.

Con esta herramienta podemos decir firmemente NO y en el poder del Espíritu Santo usar la palabra de Dios para luchar hasta que hayamos vencido.

“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré” HEBREOS 13:5

Mas bien seamos como niños recién nacidos, en todo tiempo anhelando alimento Espiritual. “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquemos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” HEBREOS 4:15-16

Querido lector hoy quiero invitarte a que hagas una reflexión y saber que la envidia también te trae odio, rencor, frustración y sobre todo falta de fe.

 Por eso te quiero invitar a que hagas una corta oración: Amado Dios, Padre celestial hoy me presento delante de ti Señor, confesándote que he vivido en la carne y no en el espíritu, que durante meses pensé que vivir mirando y anhelando la vida de otros y lo que tienen estaba bien, pero señor delante de ti reconozco que dejé entrar la envidia, el rencor, el resentimiento y la frustración a mi vida, te pido señor que pongas una gota de tu preciosa sangre sobre mi corazón para que esta sangre absorba, anule y reemplace todo sentimiento que no proviene de ti y toda cosa que no me permite ver y vivir en gratitud.

Hoy te doy gracias Señor por todas las bendiciones que me das día tras día, por darme salud, una familia, un empleo, entre otras cosas. Te doy gracias padre en el nombre de Cristo Jesús Amén y Amén

“Mis planes para ustedes solamente yo lo sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar” JEREMIAS 29:11

Con Cariño Sebastián e Ingrid Caviedes.




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