El Regalo de Tener una Biblia

 

"Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración"

 (Hechos 2:42, Biblia de las Américas)

Al culminar el año escolar en el colegio de nuestro hijo menor, realizan una exposición de un proyecto de aula. Este año se llamó “El Super Libro”. Este contenía y recopilaba historias de personajes destacados de la Biblia, ilustrados en diferentes manualidades (Adán y Eva hechos con recortes, la escalera de Jacob con palitos de paleta, Rut & Noemí con trozos de tela y lana). Tal vez algunos pensamos que un libro así, con tanto arte e imágenes y sorpresas, sería la mejor expresión de la palabra y enseñanzas de Dios en nuestras manos. En su lugar, cuando encontramos tantas letras, capítulos, versículos, referencias, notas, esto puede hacernos creer que se trata de algo monótono, incomprensible a veces, un reto y un desafío para poder pasar de una página a otra. Nada mas alejado de la verdad. El Señor te invita a que abras ese regalo a diario, con un corazón lleno de expectativas, y te dejes formar con todo lo que tiene para ti.

En el libro de los Hechos de los Apóstoles se menciona la conversión de muchas personas dentro de la iglesia primitiva y su continuo perseverar tanto en la fe como en el aprendizaje de lo que Jesús había enseñado y dejado como testimonio a través de los discípulos del Señor. Ellos crecían y crecían y se fortalecían todo el tiempo.

Esas personas, los nuevos creyentes, solo los tenían a ellos (a Pedro, Lucas, Santiago, Bernabé, Pablo y los demás) como punto de referencia y como fuente continua de la sabiduría y costumbres y enseñanzas legadas por el Hijo de Dios. Se sentaban a escucharlos, les preguntaban, ellos aclaraban y repetían una y otra vez las maravillosas vivencias tenidas junto a Jesús.

En nuestros tiempos toda esa gran cantidad de experiencias, mensajes, consejos, verdades, historias y ejemplos nos llegan a través de la Biblia, de ese compañero en papel o digital que se ha vuelto la guía, la bitácora, el GPS para nuestro viaje en este mundo.

Debemos entender que ha sido por la gracia de Dios que la tenemos con nosotros, es un regalo poderoso y lleno de tesoros para nuestra vida. A la Biblia la han intentado acallar, esconder, tergiversar, difamar y destruir a través del tiempo, pero como ella misma lo cita en su interior “todo pasará, mas no la Palabra del Señor”. Ha permanecido, sigue siendo vigente, sigue brindando paz, alegría, respuestas y un sentido de la maravilla que solo el descubrimiento de su interior puede producir en nosotros y nuestro corazón.

En estos tiempos de fin de año, de festividades, de obsequios, detengámonos a pensar un poco sobre lo que un regalo debería significar para nosotros. De una manera sencilla, no ostentosa, llenaría un vacío, generaría felicidad, despertaría en nuestro interior buenos sentimientos, nos daría esperanza, consuelo, fortaleza, brindaría razones para continuar, animarnos a seguir, ser un refugio. Y podemos asegurar que todo eso y mucho más es lo que encontrarás dentro de las páginas de tu Biblia, el regalo perfecto de Dios, quien te ama inmensamente.

Bendiciones,

Juan Carlos y Paula Andrea Leal