Siendo Competentes Para El Reino

 


“El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica.

2 Corintios 3:6

 

En estos días me impacto una charla que la pastora Johana nos daba acerca de “cómo incorporar lo nuevo sin despreciar lo viejo” y esto lo comparo o asemejo con el antiguo testamento que nos habla de la ley y nos enseña cómo vivir una vida en santidad, con unos reglamentos y alineamientos sin que nos pudiéramos salir de ellos, sin refutar y simplemente obedecer, sin poderse equivocar pues era una obligación cumplir; de lo contario había una consecuencia: “porque la paga del pecado es la muerte”. Aunque la ley nos enseña el buen comportamiento; vivíamos una vida religiosa queriendo agradar o aparentar lo correcto.

 

El nuevo pacto nos habla de la gracia y la misericordia de Dios por medio de Jesucristo. Nos enseña a ser libres a través de su amor y una genuina convicción de la ley. No se trata de una imposición o un reglamento, se trata de reconocer lo que hizo Jesus por ti y por mí, a entender Su palabra siendo testimonio de vida.

Hay varias formas de demostrar que hemos entendido ese nuevo pacto, el cual lo hace nuevo y que muestra que sus acciones están más en el espíritu que en la letra:




1.Confiese sus Pecados: Cuando confesamos el pecado, estamos exhibiendo Su gloria al declarar Su justicia. “Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos, de manera que eres justo cuando hablas, y sin reproche cuando juzgas.” Salmo 51:4

2. Perdone a los Demás: Nuestro Dios es un Dios que perdona. Cuando perdonamos a otros, estamos proclamando su compasión y deseo por perdonar. Se ha dicho que nunca somos más como Dios que cuando perdonamos.” Y perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos ofenden” Lucas 11:4 

3. Confíe en Dios: Si Dios hace todas las cosas para nuestro bien, entonces demostrando nuestra confianza en Él ponemos en evidencia su naturaleza y carácter.” Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios: buena, agradable.                                                          

4. Produzca Fruto: Jesús dice: “En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto,” Juan 15:8. Enseña a otros de todo lo que el Señor te ha dado.                                      

5. De Gracias: El Salmo 50:23 dice: “El que ofrece sacrificio de acción de gracias me honra.” Las expresiones de gratitud agradan a Dios.                                                            

6. Ora: El Señor nos alienta y nos invita a “e invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás.” Sal 50:15. En Juan 14:13, agrega: “Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.”

 

Con Cariño

Yenny Patricia Rivera




 

 

 

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

QUIERO TIRAR LA TOALLA, ¿QUÉ HAGO?

NO TE DEJARÉ… NUNCA