ESPIRITU DE RESURRECCIÓN

“Pues ustedes fueron sepultados con Cristo cuando se bautizaron. Y con él también fueron resucitados para vivir una vida nueva, debido a que confiaron en el gran poder de Dios, quien levantó a Cristo de los muertos. Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y porque aún no les habían quitado la naturaleza pecaminosa. Entonces Dios les dio vida con Cristo al perdonar todos nuestros pecados. Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz. De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz” Colosenses 2:12-15 NTV

La palabra Resurrección, proviene del latín resurrectio, que quiere decir levantarse de nuevo, resurgir o alzarse una vez más. Esa es la voz del Espíritu un fuego sobrenatural

·         El poder de la resurrección de Cristo, Nos da una nueva vida: en esta tierra y en la eternidad, es su promesa de que hemos de encontrarnos con nuestros seres amados.

·         Sepulta nuestra vida pasada y toda naturaleza de pecado

·         Somos libres de toda condenación y decretos de acusación (Culpa)

·         Desarma a todos nuestros enemigos espirituales, exhibiéndolos en vergüenza pública

·         Tenemos victoria por el sacrificio de Jesús, debido a la Resurrección, por eso los cristianos nunca deben temer a Satanás ni a la muerte eterna.

 

Dios desea que, a través de la obra redentora de Jesús, podamos descansar, aunque haya áreas de nuestras vidas que sentimos “muertas” o estancadas El señor tiene el poder de Su Espíritu para desatar vida, aunque pareciere que ya no hay solución en aquello que necesitamos o buscamos.

¿Qué hacer cuando todo parece indicar que el tiempo se ha vencido, que no hay solución y pareciera que Dios, si llega, será tarde? En circunstancias así también nos toca tomar una decisión, y esa decisión puede transformarnos para siempre.

«Señor, si tan solo...» y puedes completar la frase con cualquier cosa que Dios pudiera haber cambiado o hecho realidad, pero no fue así, por ejemplo:

 

Si tan solo mi matrimonio no se hubiera roto.

 

Si tan solo hubiera tenido hijos.

 

Si tan solo hubiera terminado la universidad.

 

Si tan solo te hubiera conocido antes y no hubiera malgastado mis años…

 

Esas fueron las palabras de Marta cuando se encontró con Jesús luego de la muerte de su hermano Lázaro: «si tan solo». Para Marta, una mujer de carne y hueso como tú y yo, Jesús había llegado tarde. De haberlo hecho a tiempo, hubieran cambiado las circunstancias que ahora provocaban tanto dolor en su familia. 

 

Sin embargo, la segunda parte de la declaración de Marta es lo que realmente sorprende y donde viene la decisión que podemos imitar, incluso en las situaciones en que no parece haber solución: «Pero yo sé que aun ahora Dios te dará todo lo que le pidas» Juan 11:22, NVI

 

Jesús nos enseña que su poder no tiene límites, nada le frena ni siquiera el mismo tiempo, aunque a veces nos parece que Dios no llegó a la hora que para nosotros era hace años, o meses, El sí sabe muy bien que es lo que está haciendo porque es Soberano, y todo lo conoce, aun cuando ya declinamos o dimitimos porque no fue en un momento deseado, o una edad, o día específico.

Ya no miremos más atrás, hoy es el día de ser transformados por su poder que nos levanta de nuevo y hará resurgir de nosotros un fuego que arda con un espíritu de Fe y decisión que nos llevará a una mayor esperanza y de gloria en gloria; Su poder de resurrección por El Espíritu Santo desea manifestarse con explosión de  milagros, vidas seguras y firmes en su salvación, con autoridad, sin temor,  hogares restaurados, hijo(a)s establecidos en el reino de Dios con un fuego que nunca se apague.

Bendiciones, Marcela Rincón.



Comentarios

  1. Si nosotros seguimos recordando el pasado no podemos seguir una vida con Cristo tenemos que borrar todo aquello que nos afecta dejártelo en la cruz gracias maché por está enseñanza

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

QUIERO TIRAR LA TOALLA, ¿QUÉ HAGO?

NO TE DEJARÉ… NUNCA