VUELVE A GANAR, VUELVE A CREER


Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo”

 

Tuve que escribir sobre este mismo tema hace menos de un año…..y se que no hay casualidades para Dios y tal vez es parte del examen de Dios, en el que  me está preguntando qué pasó con eso?, y es que durante los últimos meses mi motivación para ganar personas para el Señor y formarlas se vio muy afectada porque permití en mi corazón el desánimo, al ver como algunas personas que fueron ganadas y pastoreadas por nosotros como Ministerio se fueron sin decir gracias.

Tal vez no sea un caso solo mío o aislado, tal vez muchos de nosotros en ocasiones hemos conocido gente que pasó por nuestra vida y creímos que iban a estar para siempre, hicieron parte de nuestra casa, les ayudamos en sus necesidades, no solo las personales, sino también financieras, sentimentales, etc., Y después de esto nos ha pasado que experimentamos el rechazo y la ingratitud de algún discípulo que se fue, que habló mal, a quien se le prestó dinero y no volvió, y a veces esa heridas nos hacen sentir que somos incapaces de hacer la obra de Dios, que la gente no permanece por nuestra culpa. Pero meditaba sobre esto y pensé que todos en uno u otro momento hemos vivido lo mismo que Jesús vivió: el desaire de sus discípulos, el rechazo y el abandono, cada uno pasamos por estos momentos, pero el asunto es si nos levantamos a hacer la obra o nos quedamos abatidos.

 

Así que tomé la decisión... y en Dios entiendo que mi don y mi llamado son irrevocables y que no dependo de los que no están, sino de Dios y de mi entrega y dedicación con los que están y más aun con lo que deben y están por llegar. Al mirar la situación actual, que a veces se ven encarecidos los productos básicos, puedo solo pensar en como habrá familias que están pasando por situación difíciles sin Dios, ni esperanzas, anclados muchas veces a su queja y amargura y es allí donde mi Luz y tu Luz debe alumbrar esas tinieblas.

Recoge la frustración, el enojo, y cualquier sentimiento que quiera minar tu llamado y llévalos a la cruz, entiende que Dios nunca se equivoca y que es tiempo de mirar los campos y recoger la cosecha porque hay una nueva siega, sin olvidar que el tiempo de sembrar también llegará, esfuérzate en la gracia y toma valor porque largo camino nos resta y El Señor va delante de nosotros afianzando nuestro carácter para llevarnos a alcanzar lo que nos prometió.

Con amor, Leonor Barrero.



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