NO TE DEJARÉ… NUNCA

 

SOMOS LA OBRA MAESTRA DE DIOS

- ¡Hoy será un gran día! gritaba el alfarero mientras observaba el barro que se deshacía en sus dedos, luego lo puso en un torno.

 -“Qué divertido”, susurró el barro. Luego se sintió mareado y de repente, sintió el agua, agua que lo asfixiaba.

- ¿Esto cuánto nos va a llevar? Se preguntó el barro.

- Aun falta un poco más, agregó el alfarero.

De repente un freno en seco. El barro asustado se vio estrellado contra la mesa.

- Dueleee! Exclamó el barro.

- Yo sé lo que hago, dijo el alfarero.

Fueron varios golpes varias veces, cada uno más doloroso y con más fuerza que el anterior. Nuevamente más vueltas ahora acompañadas de agua.

Al barro solo lo aliviaba sentir las suaves manos del alfarero, manos que, aunque firmes, trasmitían paz.

El barro, al contemplar su nueva forma y mientras sentía la suave brisa que entraba por la ventana dijo:

- Creo que ya terminó.

Cuando ya no se podía mover vio al alfarero prender el horno.

- Qué va a hacer, pensó el barro.

- Confía en mí, susurró el alfarero.

Al entrar al horno el calor desesperante moldeaba su figura y trajo a su tez un nuevo color, ya no era simple barro.

Al fin el alfarero lo sacó y exclamó:

- Eres mi obra maestra.

Esta práctica de moldear el barro para crear una obra de arte es conocida como alfarería. El resultado es sublime.

¿Qué significa que Dios nos esté moldeando? Significa que está trabajando en nuestras vidas para formarnos de acuerdo a su plan. Él quiere que nos convirtamos en hermosas obras de arte para su gloria. Esto requiere que nosotros nos entreguemos a Él y le permitamos trabajar en nuestras vidas.

Es importante recordar que, aunque el proceso de moldear el barro sea lento, estamos siendo transformados a la imagen de Cristo (2 Corintios 3:18). Esto significa que nos estamos volviendo cada vez más como Él a medida que Dios trabaja en nosotros. De esta manera, somos creados a imagen de Dios mismo.

Dios no nos está moldeando para hacernos una réplica de Él, sino para hacernos a Su imagen. Esto significa que estamos siendo ajustados, pulidos y transformados para reflejar Sus características. Dios nos está haciendo una obra maestra para Su glorificación.

¿Quiere experimentar el poder de Dios trabajando en su vida? El primer paso es entregarle su corazón y su vida a Él. Esto significa que usted debe permitirle moldear su vida para que se convierta en una obra de arte. Este proceso requiere paciencia, pero el resultado será glorioso.

No importa lo difícil que sea el proceso, Dios está trabajando para hacer una obra maravillosa. Si se entrega a Él, entonces El hará maravillas en su vida. Este es el poder de como Dios moldea el barro; es una experiencia hermosa que todos deberíamos experimentar.

Con amor, Ana Mirith.