QUIERO TIRAR LA TOALLA, ¿QUÉ HAGO?

 

¿CUÁL ES EL CAMINO?

 

En Salmo 22 podemos evidenciar lo que vivió Jesús en el proceso de su crucifixión, donde fue repudiado, despreciado, rechazado, incluso se entiende que Dios no escuchaba sus suplicas. Cuando leí este Salmo vinieron a mi memoria muchos episodios de mi vida en los que me sentía como Jesús en ese momento difícil: sola, abandonada, despreciada, sin respuestas, sentía que Dios bendecía a otras personas y que mis oraciones no eran contestadas, como si Él se hubiera olvidado de mí, inclusive este sentir lo he experimentado en algunos momentos dentro de mi trayectoria en mi vida cristiana. 

En este mismo Salmo 22: 8 hace referencia a como la fe de Jesús en ese momento de agonía era cuestionada por parte de sus agresores, quienes intentaban poner en duda el amor y poder de Dios, «¿Este es el que confía en el Señor? Entonces ¡que el Señor lo salve! Si el Señor lo ama tanto ¡que el Señor lo rescate!». La misma situación me pasó con mi familia y allegados, quienes se burlaban de mí por creer que Dios iba a hacer algo en mi vida y que podía hacer milagros, pero en vez de menguar mi fe, me llevó a aferrarme cada vez más a su palabra y sus promesas y generó en mi un mayor compromiso hacia la obra de mi papito Dios. 

Es aquí donde surge la pregunta ¿cuál es el camino?, y es la que nos enseñó Jesús, que mediante Él podríamos llegar a nuestro Padre, que es nuestro mediador, en Salmos 22:26 dice “Comerán los humildes, y serán saciados; Alabarán a Jehová los que le buscan; Vivirá vuestro corazón para siempre”. Este pasaje me lleva hacer más humilde de corazón y obediente no solo a la palabra sino también a mis autoridades espirituales, así es como encontraremos el verdadero camino.

Al pasar el tiempo he visto la mano de Dios sobre mi vida, sobre mi familia y mis discípulos, El Señor me ha llevado a donde nunca me imaginé estar y a hacer cosas que nunca pensé experimentar. Hoy en día le doy gracias a Dios por las cosas materiales que junto con mi esposo hemos podido obtener, por la sanación completa del cáncer y en sí de mi salud, por poder disfrutar de mi familia, amigos y mi familia en la fe, entre muchas cosas más.

 

Te quiero invitar a que conozcas el mejor y verdadero camino, acércate a la palabra de Dios, ora a Dios y se muy sincero, ve a la iglesia y es así como cada día te enamoraras más de Jesús. 

 

Con cariño Luz Dary Rodríguez