DIOS ES MI REFUGIO

“Mas Jehová me ha sido por refugio”

Salmo 94:22.

¿Qué significa Dios como refugio?

Un refugio expresa cuidado, amparo y protección ante peligros y riesgos. En ese sentido, Dios es para los creyentes una ciudadela, refugio, muralla, escudo, torre fuerte y abrigo.

“En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás; Líbrame en tu justicia. Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme. Porque tú eres mi roca y mi castillo; Por tu nombre me guiarás y me encaminarás. Sácame de la red que han escondido para mí, Pues tú eres mi refugio. En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad. En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores. Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; Sálvame por tu misericordia.” Salmos 31:1-5, 15-16.

En Dios tenemos un lugar fuerte al que podemos correr para resguardarnos, el refugio para cada tormenta de la vida.

Para quienes nos apoyamos en Dios, Él es nuestra roca de refugio. Cada creyente puede hallar en Dios el refugio y protección para las diversas circunstancias que pueda atravesar en la vida, sean peligros, circunstancias económicas difíciles, complejidades, retos, desafíos en el trabajo, problemas de salud, pérdidas etc.

Pero nosotros necesitamos “recurrir a Dios en busca de auxilio y refugio”. Eso es lo que declara el salmo 71:3: “Sé para mí una roca de refugio, a donde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza”. Como hijos y herederos de Dios, tenemos la responsabilidad de acudir a Dios y buscar sus recursos espirituales en medio de situaciones difíciles.

Él ofrece cobertura, refugio y protección más que abundante, Él ha dispuesto abundante provisión a favor nuestro. Ahora, tú como creyente debes activar esa provisión en tu vida aprendiendo a tomarla de Él.

Hay algunos elementos que manifestó David en el proceso de acercarse a Dios y buscarle como refugio, según podemos observar en el Salmo 31:

  • Manifestó su absoluta confianza en Dios.
  •  Reconoció a Dios como la fuente de su fortaleza.
  • Reconoció delante de Dios su debilidad e incompetencia para resolver su situación.
  • Reconoció la justicia de Dios.
  • Recordó la fidelidad de Dios en momentos difíciles para aquellos que creen en Él.
  • Resolvió confiar en Dios en vez de entregarse a la desesperación que amenazaba con aplastarlo.
  • Reflexionó en la misericordia y bondad de Dios.

Si confías en Dios y te rindes ante Él en momentos de dificultad, Él te dará lo que necesitas, como lo hizo con David.

Nuestro Señor promete fortaleza y recursos a los que esperan en Él y le buscan para que puedan sostenerse bajo el peso de las circunstancias difíciles.

Oración 🙏:

Amado Señor, hoy me decido a confiar en tus promesas, me refugio en tus brazos y creo que pelearás mis batallas. ¡Te amo Señor! Amén.

Con Cariño, Rossemarie Rizzo Martínez.

Pastora MCI Bogotá.



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

NO TE DEJARÉ… NUNCA