EL INFLUENCER DE DIOS

 

Hace un tiempo estuve con varios conocidos y una de esas personas abrió su Instagram e iba a publicar una foto del lugar en dónde estaba en ese momento, pero luego cayó en cuenta que ese lugar no era el más apropiado como para subir a sus redes sociales, entonces mejor no publicó nada, para luego, quizás evitar comentarios. Esto me hizo caer en cuenta, no que en las redes sociales solo publican la vida con muchos filtros, porque es obvio, sino que en nuestra vida espiritual puede que hagamos eso todo el tiempo y nos cueste realmente ser luz.

 

Por eso este tema me confronta. Querido lector, quiero que hoy pienses que filtros hemos estado colocando en nuestra vida espiritual para que las cosas no se vean tal como son, ya sea porque queremos mostrar ante muchos las cosas que son logros, añadiendo más de la cuenta con algo de altivez para quedar bien o porque nos ocultamos para pasar desapercibidos y no exponer lo que hay en nuestro corazón.

 

Por eso el verdadero filtro debe ser la palabra, no para esconder sino para exponer y así ser verdaderos influencers, con todo y luchas, pero que dependemos de la palabra de Dios día a día.

 

“Dichosos todos aquellos que no siguen el consejo de los malvados, ni se detienen en la senda de los pecadores, ni cultivan la amistad de los blasfemos, sino que se deleitan en la ley del Señor, la meditan día y noche. Son como árboles junto a las riberas de un río, que no dejan de dar delicioso fruto cada estación. Sus hojas nunca se marchitan y todo lo que hacen prospera” Salmo 1:1-3 NBV.

 

Con amor, Nataly Navarro.





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