¿ESTÁS
CUIDANDO TU SANTIFICACIÓN?
“Por
lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre,
padeció fuera de la puerta.”
Hebreos 13:12 RVR1960
Una vez que fuimos
rescatados por Dios a través de Cristo, comienza en nuestra nueva
vida un proceso de santificación progresiva, que es una consagración, un
crecimiento espiritual que terminará el momento que nos encontremos con el
Padre.
“Y estoy seguro de que Dios,
quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede
completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva” Filipenses
1:6 (NTV)
Este proceso que nos lleva
parecernos a Cristo, no quiere decir que debemos ser perfectos, sino que vamos
siendo moldeados para los propósitos divinos de Dios.
La santificación es la obra
de Dios en nosotros, no es obra nuestra, nadie en su propia fuerza puede
hacerse santo así mismo. Por ello es imprescindible depender de Él,
de su Palabra y su Espíritu Santo.
El pecado interfiere en
nuestra santificación.
Es vital para nuestra
santificación estar a cuentas con Dios, porque el pecado afecta la comunión con
el Él, y por ende, provoca conflictos en nuestra vida personal.
En cambio, si la comunión
con el Padre es profunda y constante, evitará que el pecado se
acomode y tome lugar en el corazón. Por consecuencia, nuestro carácter seguirá
el proceso de santificación.
No permitas que este proceso
se paralice, vale la pena que Dios esté en primer lugar en nuestra
vida. Con su ayuda nuestra santificación es un hecho.
“Y el mismo Dios de paz os
santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea
guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” 1 Tesalonicenses
5:23 (RVR 1960)
Oración del día:
Padre, gracias porque lo que
yo no puedo hacer, tú si lo haces. Te pido que me ayudes a depender totalmente
de ti para todo lo que quiera obtener, en especial la santidad. Ayúdame
a apartarme del mal, a no tomar en poco el pecado, sino que siempre
esté a cuentas contigo. Enseñame a vivir una vida para ti, y cumpliendo el
propósito de extender el Reino de Dios en esta tierra.
Guárdame de apartarme de ti,
te lo pido en el nombre de Jesús, amén.
Aplicación Personal:
✓ Vive cada día como si fuera el último
¡Así disfrutarás de la presencia de Dios en ti!
✓ Reflexiona en cómo puedes dejar que Dios
siga el proceso de santificación en
tu vida
✓ Cada día
debes establecer un plan diario de lectura y estudio de la palabra, para guiar
tu caminar con Cristo.
¡Ánimo y adelante!
Con Cariño, Rossemarie Rizzo
Martínez.
Pastora MCI Bogotá.
Nota: Tomado del devocional
CVCLAVOZ
A si es
ResponderBorrarAmén y amén
ResponderBorrarDebemos de acercarnos más al padre atraves de la palabra y así mejorar nuestra relación con él.
ResponderBorrarGracias Pastora por recordarnos la importancia de la santidad
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