Amando A Mi Padre
No améis al mundo, ni las cosas que están en
el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en
el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la
vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
1 Juan 2:15-16
Días después de haber llegado de mi encuentro
me enfrenté a varias situaciones que pusieron en peligro mi santidad; llegaron
a mi mente las cosas que antes hacía sin saber que Dios no las aprobaba, me sentí
nuevamente atraído por la música del mundo ya que en mi lugar de trabajo se
colocaba música todo el día, en el camino de regreso a mi casa aun en el bus
era bombardeado con esas melodías que antes me emocionaban pero que aumentaban más
los vacíos que tenía. En la noche y después de acordarme lo que Dios me había
hablado en mi tiempo de oración tome la decisión de quemar los discos en ese
tiempo CD o Casetes; justo en ese momento mi hermano menor observo el
espectáculo de la fogata en la que ardía la música que a él también le gustaba
y me dijo que no lo hiciera y que mejor se la regalara, pero le explique que
ese ya no era mi estilo de vida y que la música que no adora al señor no nos
edifica, tiempo después el también asistió al su encuentro y lo entendió todo.
El apóstol juan destaca que el hombre carnal
busca amar las cosas del mundo ya que estas le traen satisfacción a sus deseos;
un amor que es egoísta, que solo busca lo suyo, que no importa como lo consiga aun
si tiene que herir a otros, un amor que el Diablo les vende a través de
mentiras , engaños, falsas riquezas y que su fin es camino de soledad y agonía;
busquemos pues entender el amor que el Padre nos dio al entregar a su hijo, un
amor que lo dio todo por nosotros, un amor que aun siendo pecadores el siempre
nos recibe con los brazos abiertos y que espera que a las cosas del mundo le
digamos que ya no somos esclavos de esos deseos, que ahora somos libres por que
el llevo cautiva la cautividad y que por su sangre fuimos redimidos.
Recuerda que las batallas más grandes que
tenemos surgen en la mente y ese el campo que usa el Diablo para volver a
derribarte y que amemos más las cosas momentáneas que brinda el mundo y no las
eternas que son las que Dios nos brinda en esta tierra como lo son los frutos
del espíritu santo, la bendición, la prosperidad y al verdadero amor.
Señor hoy tomamos la sangre que broto de los
pies de Jesús y la aplicamos sobre nuestras vida para que estemos en el camino
de la obediencia y que sea revelado el propósito de Dios en cada uno de
nosotros y así poder ver el mundo espiritual , que a través de aplicar la sangre que broto de la frente de Jesús
cuando estuvo en el huerto de Getsemaní podamos renunciar a toda atadura
producida por los deseos de la carne y podamos hacer tu voluntad, decidimos a diario colocarnos la armadura de
Dios y así poder salir victoriosos ante
los ataques de Satanás.
Con cariño, Edgar Medina
Amen solo Dios nos da.vida, el mundo nos quiere envolver pero debemos resistirlo.
ResponderBorrarAmén, debemos amar al padre por que el nos amo primero
ResponderBorrarEs una decisión Vivir en Santidad
ResponderBorrarAmén y amén
ResponderBorrarBendiciones
Amén... Decidir estar con el señor es determinarse.
ResponderBorrargracias duper mensaje y di no hay otro amor mas grande que el de Dios hacia nosotros
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