NO TE DEJARÉ… NUNCA

 

SOMOS MAS QUE VENCEDORES

“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es Cristo Jesús señor nuestro”

Romanos 8:37

 

Días atrás tuvimos nuestra convención de Mujeres, le hice la invitación a una concuñada que había dejado de asistir a la iglesia junto con su esposo e hijos, vi esta gran oportunidad de hacerlo y ella la recibió con gusto e hizo el pago de su convención.

Asistimos los 3 días y en el último día sábado 6 de mayo, salimos para nuestras casas muy felices para encontrarnos de nuevo en la noche en el Baby Shower de una sobrina de nuestros esposos. Terminó el evento y el esposo de ella, que es mi cuñado, se ofreció a llevarnos a nuestra casa en su camioneta.

Ya llegando a nuestro destino, no nos bajamos al frente de la casa, pues la cuadra donde vivimos es cerrada; veníamos muy entretenidos dialogando y contándoles a nuestros esposos de la convención, cuando de repente mientras mi cuñado estaba dando el giro en la cuadra cerrada para devolvernos, nos cerró un carro, creímos que su conductor estaba borracho, por lo que mi cuñado trató de dar reversa para poder girar, pero como la cuadra es cerrada, no era mucho lo que se podía hacer. De repente salieron 3 hombres armados con revólveres, amenazaron a mi cuñado apuntándole con las armas y lo bajaron de la camioneta. En la parte de atrás del conductor iban mis dos hijos de 18 y 10 años a quienes bajaron de la misma manera; por la otra puerta de adelante bajaron a mi concuñada y por la otra puerta de atrás nos bajamos mi esposo, la hija de ellos y yo. Personalmente me quedé estática y en shock porque nunca había vivido algo así con mi familia y menos con mis hijos. Lo único que pude hacer en ese momento tan terrible fue declarar dos veces “Sangre de Cristo protégenos”. No hice absolutamente nada más pues estaba paralizada. Los 3 hombres se subieron a la camioneta y se fueron con el cuarto hombre que estaba en el otro carro que nos cerró al inicio.

Se robaron la camioneta, pero gracias a Dios nosotros estábamos bien y con las pertenecías que llevábamos completas excepto la camioneta y el reloj que le quitaron a mi cuñado. Llamamos la policía y seguimos los procedimientos que se requieren en estos casos de robo. Mi cuñado y su familia se fueron para su casa y en la mañana del domingo, lo llamaron y le dijeron que habían encontrado la camioneta en Ciudad Bolívar, que la tenían en la estación de Policía y que tenía que ir. Se fueron con mi esposo y efectivamente la encontraron completa, no le faltaba nada. 

Yo me fui con mis 2 hijos a la iglesia y le conté a Janeth mi líder todo lo sucedido, le dije que por favor orara por mis hijos que estaban muy asustados y conmovidos por lo que pasó, más que todo mi hijo mayor porque nos sentíamos culpables pues pensábamos que todo había sucedido por habernos traído a nuestra casa. La Pastora Rossemarie estaba sentada al lado derecho de donde estábamos nosotros y mi Líder me dijo que hablara con ella para que orara por mis hijos, por el pacto y le contara lo sucedido. La Pastora oró por nosotros, por mi pacto y nos dijo estas palabras:

“Si ustedes no hubieran estado en ese momento, el panorama hubiese sido muy diferente para ellos”

Entendí cuál era el propósito y como Dios estuvo guardando no solo la vida de mi familia sino la vida de mi cuñado, su esposa e hija quienes en ese momento iban en la camioneta, su protección fue la respuesta a nuestro pacto, ayunos, oraciones y ofrendas que mi esposo y yo hemos hecho por su familia desde el día que se apartaron del Señor. Vimos como Dios guardó la vida de mi cuñado, no solo ese día, sino también unas semanas después que iba en su moto y un perrito se le atravesó y Dios otra vez lo guardó de ese accidente.

Así que desde mi experiencia personal y de lo que dice la Biblia, puedo decirte que confíes en medio de tus problemas presentes pues Dios ya preparó una salida. Solamente búscalo de todo corazón, deposita toda tu fe y confianza en El Señor y en su debido tiempo Él te sorprenderá con sus respuestas. Jesús está contigo y es tu victoria en cada circunstancia.

Oración: Gracias Padre Santo por tu infinito amor y misericordia que es lo que trae protección a nuestras vidas, porque como dice tu Palabra “Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos separará del Amor de Dios que es Cristo Jesús Señor Nuestro”

Con amor, Alberto y Andrea Castellanos.