- julio 28, 2023

DIOS SIEMPRE ESCUCHA

"A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, compraron y comed. Venido, comprado sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David"

Isaías 55:1-3

Esta es una cita bíblica que hace una invitación a recibir una bendición. Cuando El Señor nos llama a ser alimentador abundantemente ya comprar sin dinero y sin precio, vino (que representa el gozo y la alegría) y leche (alimento espiritual y físico) parece contradictorio pues en el mundo nada es gratis, todo tiene un precio. Pero con el Señor todo es gratis: su salvación, su perdón, su amor, su provisión. Cuando no conocemos al Señor y se nos dice que compremos sin dinero se piensa en comprar un crédito, a plazos, con tarjetas; pero cuando lo reconocemos como proveedor nuestro vamos al lugar de oración sabiendo que cuando nuestros recursos se agotan los suyos son mucho mayores que los nuestros y que están a nuestra disposición cuando dependemos de Él.

Recuerdo que en tiempos de crisis económica siempre me imaginaba qué bueno sería ir al supermercado, llenar el carro y pasar por la caja sin dinero o ir a los almacenes y coger todo lo que necesitaba y comprar sin dinero. Pero Dios siempre fue real y fiel con su provisión sobrenatural en todo tiempo. El Señor siempre se valía de alguna circunstancia o de alguna persona para proveernos.

En una ocasión me quejé y oré: “No quiero que la provisión para mi hijo venga de otra mano que no sea la nuestra” Y efectivamente dejó de recibir hasta que nuevamente oré y le dije “Señor, a tu manera y no a la mía ”. Si estás pasando un tiempo de necesidad porque no hay recursos, te invito a entrar a tu lugar secreto y permitir que Dios te lleve a comprar sin dinero lo que necesitas porque Él siempre escucha recursos y porque cuando se agotan tus, los suyos son mucho mayores que los tuyos y están a tu disposición pues Dios prometió que nada te faltaría.

Con amor, Stella Novoa.