QUITANDO LA NECESIDAD DE SER APROBADOS

 

“Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron”. 

Juan 1:21-23

 

Por mucho tiempo quise agradar y obtener la aprobación de las personas, quedar bien, y hacer lo que ellas querían ver, recibir o escuchar de mí. Esto era lo más importante para mí, creía que así me ganaría la aprobación de ellos y que de esta manera podría tener más amigos y ganarme el respeto; buscaba lo que la mayoría de las personas por naturaleza buscamos: APROBACIÓN.

Queremos figurar o ser reconocidos por la sociedad, buscamos popularidad, pensamos más en lo que digan los demás, siempre buscamos agradar, y que las personas digan ¡Qué pilo eres!, ¡Qué sabio eres!, ¡Qué autoridad tienes!, o ¡Qué poder tienes! etc.…

En muchas ocasiones me sentí frustrada por no recibir la aprobación de la gente, hasta que El Señor me hizo entender que lo importante no era la aprobación de los demás, sino lo que Él pensara de mí y lo que Él podía hacer en mi vida. Fue entonces cuando decidí cambiar mi forma de pensar y empezar a buscar agradarle a Él. Todavía en medio de la comunidad de creyentes, vemos a personas que se preocupan más por hacer cosas que agraden a la gente para que los admiren, que buscar agradar a Dios.

Nos interesa más el qué pensarán de nosotros pasando por alto la voluntad  del Señor, pero cuando no sentimos o vemos la aprobación de las personas llega la frustración, el desaliento, la decepción. Por preocuparnos o darle más importancia a los demás que a Dios, se nos ha olvidado que la verdadera esencia de nuestra fe, es la obediencia y entrega a Jesús, quien es el más importante en nuestra vida, Él es a quien debemos dar el honor, la honra y la gloria, Él es quien se lleva todo el  reconocimiento, y por ende, todos los créditos  son para Él.

Por eso querido y apreciado lector, nos debemos motivar para que de ahora en adelante quitemos todo orgullo, altivez, autosuficiencia y la necesidad de ser aprobados por el hombre. Lo más importante es lo que piensa El Señor de nosotros y que todo lo que alcancemos o conquistemos sea solo para Él. Que la fe, la humildad y la obediencia de nuestro corazón sean los que nos aprueben delante de nuestro Salvador.

Oración: “Señor Jesús, hoy te pido perdón por haber buscado más la aprobación de las personas que de ti. Si en mi corazón hay orgullo, te pido que lo quites y que yo pueda entender que la humildad proviene de ti, ayúdame a confiar y a someter mi vida al Espíritu Santo, en el nombre de Jesús, Amén”.

 Con Cariño, Vilma Sampedro



Comentarios

  1. Gracias por tu valiosa enseñanza, debemos buscar la aprobación de Dios y no de los hombres 🌹

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  2. Muy especial tu mensaje, que El Espiritu Santo nos ayude a agradarle, que cada cosa por minima que sea, le agrade al Señor, que seamos aprobados por ti. Nohora Torres

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  3. Muchas gracias por que Dios es el único que puede aprobar cada cosa que hacemos gracias por esa enseñanza

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